CDMX a 30 de abril, 2024.- En una iniciativa que podría transformar el panorama educativo de México, la diputada María Cristina Vargas Osnaya (Morena) ha lanzado un llamado a la Secretaría de Educación Pública (SEP) para enriquecer el currículo de la educación básica con una materia dedicada a las habilidades psicosociales. Este planteamiento, alineado con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud desde 1993, busca preparar a los jóvenes estudiantes para enfrentar con éxito los desafíos del mundo actual.
Durante una conferencia de prensa, Vargas Osnaya argumentó que incorporar habilidades como la comunicación asertiva, la empatía y la solución de problemas desde una edad temprana no solo forma mejores estudiantes, sino también ciudadanos más competentes y empáticos. Según la legisladora, este enfoque ha demostrado ser efectivo en otros contextos educativos internacionales, apoyado por numerosos estudios científicos que avalan sus beneficios.
Las habilidades psicosociales, que incluyen el manejo del estrés y la toma de decisiones, son cruciales para el desarrollo personal y social de los niños y adolescentes. Esta propuesta legislativa pretende implementar un programa estructurado que no sólo aborde la inteligencia emocional, sino que también prepare a los jóvenes para sus futuras etapas académicas, laborales y sociales.
«Estamos ante la urgencia de ofrecer herramientas que permitan a nuestros jóvenes gestionar emociones, establecer relaciones positivas y enfrentar conflictos de manera constructiva», señaló Vargas Osnaya. Esta medida, agregó, contribuiría significativamente a la prevención de la violencia y al fortalecimiento de la cohesión social y el bienestar general.
Con el apoyo de la Ley General de Educación, que ya incluye la educación socioemocional como un componente clave, la propuesta de la diputada de Morena se perfila como un paso adelante hacia la adaptación del sistema educativo a las necesidades del siglo XXI, enfocándose en la formación integral de los estudiantes.
Este planteamiento pone de manifiesto la necesidad de un cambio en la educación mexicana, no solo en términos de contenidos académicos, sino también en la preparación de los estudiantes para la vida en una sociedad cada vez más compleja y desafiante.