Por Bruno Cortés
En un clima de discusión acalorada, el diputado Elías Lixa Abimerhi, vicecoordinador del Grupo Parlamentario del PAN, dejó claro que la Constitución no es un terreno para juegos de poder. En un encuentro con medios, Lixa defendió los derechos de los ciudadanos a recurrir al sistema judicial sin trabas ni limitaciones impuestas. “El artículo 14 y el 17 son claros: todo aquel que busque justicia tiene derecho a encontrar un tribunal que lo escuche, y eso es intocable”, declaró con firmeza.
El legislador se mostró visiblemente preocupado ante una posible reforma que, en sus palabras, podría conducir a una “Constitución a la medida” de Morena. Para Lixa, este intento de modificación amenaza el derecho de los legisladores a cuestionar y de los ciudadanos a reclamar, pues podría llevar a aprobar reformas sin el quórum necesario o sin el respaldo de congresos estatales. “Esto no lo podemos aceptar; el respeto a la Constitución y el derecho de las minorías deben ser prioridad”, insistió.
Pero Lixa no solo habló de los derechos dentro de la Cámara. Al referirse a la reciente manifestación de trabajadores del Poder Judicial, quienes fueron encapsulados por la policía tras protestar en el Autódromo Hermanos Rodríguez, se mostró tajante en su rechazo al uso de la fuerza pública para sofocar expresiones sociales. “Es un acto violento e intimidatorio que va en contra de los derechos de manifestación y libre tránsito de los ciudadanos. Este tipo de reacciones solo dejan ver una vocación autoritaria”, criticó.
Para el diputado, estas acciones del Gobierno Federal contravienen los principios de respeto y tolerancia hacia quienes piensan distinto. “El gobierno prometió respeto, prometió no usar la fuerza del Estado para reprimir a quienes se expresan en contra, y es momento de que recapaciten,” dijo, lanzando una advertencia en tono de llamado a la reflexión.
Elías Lixa dejó en claro que, aunque la Constitución puede reformarse, jamás debe retroceder en derechos adquiridos por los ciudadanos. En sus palabras, la Constitución “no se toca”, y menos si se trata de vulnerar el equilibrio de poderes que sostiene a la democracia. Con su postura, el diputado envía un mensaje de unidad y defensa de los derechos que, para él, están en el núcleo mismo de la democracia mexicana.