En días recientes la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió que los delitos fiscales ya no son merecedores de prisión preventiva oficiosa, lo que contradice la reforma que se aprobó en 2019. Determinaron que el contrabando, la defraudación fiscal y la simulación de facturación no se clasifican como delincuencia organizada.
Esta decisión enfadó al presidente López Obrador, pues durante su sexenio ha puesto particular empeño en castigar de manera más fuerte los delitos fiscales y el uso de facturas ilegales. AMLO comentó en su mañanera que el fallo de la corte era: «Es una vergüenza, los ministros protegiendo a defraudadores a factureros. Digan lo que digan es proteger a los de arriba, a los potentados a la delincuencia de cuello blanco».
Para el académico del ITAM, maestro Luis Enrique Pereda, la deliberación de la corte debió ser más contundente con lo que respecta al artículo 19 constitucional, pues a su parecer la SCJN no quiso hacer una verdadera reforma a la Constitución.
«A mi y a muchos abogados nos hubiera gustado que la corte entrara al asunto y dijera: ¿Qué hacemos? Tenemos por un lado una decisión jurisprudencial que dice que se debe de aplicar la decisión más favorable a las personas y por supuesto una decisión más favorable a las personas es que enfrenten su juicio penal en libertad».
Para el jurista lo que hizo la Corte fue reformar leyes menores, como el Código Nacional de Procedimientos Penales y la Ley de Seguridad Nacional: «Lo que hicieron fue la salida fácil, no discutieron la constitución, discutieron otras normas que son leyes menores, en secundarias y dijeron, los delitos fiscales no son delitos de delincuencia organizada».
El profesor de derecho añade que: «No le entran porque no se atreven a tomar una decisión importante, grande. La corte decide que este artículo que esta en la constitución ya no se debe de aplicar y entonces eso es una decisión muy importante, porque según algunos ministros y ministras se estarían excediendo en sus facultades. Creen que son simples jueces y que deben de aplicar la legalidad, pero no es cierto, no son simples jueces , son un tribunal constitucional y lo que deben de hacer es decir cual es la lectura correcta de la Constitución y no tienen el valor para hacer eso».
Pereda agrega que parte del comportamiento del tribunal obedece a la próxima elección del presidente de la Suprema Corte de Justicia y que varias de las ministras votaron a modo cómo le agradaría al presidente López Obrador.
«En un contexto donde se va a votar al nuevo presidente de la corte, definitivamente. El presidente de la república tiene una clara influencia en el poder judicial y hay ministras que quieren ser la próxima presidenta de la corte y prefieren contar con el apoyo del ejecutivo que con su rechazo y por lo tanto no iban a tomar una decisión que hiciera enojar al presidente».
Señalamiento que se refuerza con el guiño que López Obrador realizó a las ministras Yasmín Esquivel Mossa y Loretta Ortiz Ahlf: «Solo dos mujeres votaron a favor, por eso hay que seguir impulsando la participación de las mujeres, la mujer es más trabajadora, más definida y más honrada que los hombres. Todos los demás como empleados de los machuchones. Lamentable, de pena ajena», reafirmó el presidente.