Con las elecciones en Veracruz y Durango a la vuelta de la esquina, el ambiente político se calienta y las negociaciones entre los principales partidos del país, el PRI y el PAN, están en pleno proceso. Rubén Moreira, coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, compartió algunas de las claves de estos acuerdos y cómo se están preparando para la cita electoral del próximo 1 de junio. En su conferencia de prensa, Moreira dejó claro que, mientras que en Durango hay buenas perspectivas para una alianza entre ambos partidos, la situación en Veracruz es distinta.

El PRI tiene grandes expectativas para competir en ambos estados, pero en Veracruz, el panorama ha cambiado. A pesar de que en el pasado Morena ha ido ganando terreno con el apoyo de un sector creciente de la población, PRI y PAN han decidido tomar caminos separados para las elecciones municipales, al menos por ahora. Cada partido ha optado por una estrategia distinta, basada en sus propios intereses políticos. Esto no quiere decir que haya una ruptura definitiva, simplemente una estrategia electoral distinta para abordar los retos locales de manera independiente.

Por otro lado, en Durango, la situación es más prometedora para una posible alianza entre el PRI y el PAN, especialmente para las candidaturas municipales. Las pláticas entre los dos partidos han sido alentadoras, y parece que están dispuestos a colaborar para ganar varias de las alcaldías del estado. El diálogo entre ambos ha sido crucial para llegar a un entendimiento y definir cómo van a enfrentar el reto de los comicios.

Sin embargo, no todo ha sido fácil para el PAN en Veracruz. La “traición” de los Yunes, una familia política que fue clave para la alianza en el pasado, ha dejado a Acción Nacional en una situación delicada. Miguel Ángel Yunes Márquez, quien fue un importante senador por el PAN, y su padre, Miguel Ángel Yunes Linares, han tomado la decisión de unirse a Morena, lo que ha complicado las estrategias del PAN en Veracruz. Los Yunes jugaron un papel importante al votar en favor de reformas claves impulsadas por Morena, y su salida del PAN ha sido vista como un golpe al partido blanquiazul.

Jorge Romero, líder nacional del PAN, dejó claro que su partido no está dispuesto a formar una alianza con el PRI en Veracruz. Según Romero, Acción Nacional tiene la capacidad de competir y ganar por su cuenta, y no necesita al PRI para enfrentarse a Morena. De hecho, el PAN tiene la intención de impulsar candidatos independientes, apoyados por la ciudadanía, y centrarse en propuestas clave como la mejora de la economía local y el combate a la inseguridad. La consigna es ofrecer a los votantes una opción diferente a la que representa el gobierno de Morena, que, según Romero, encarna un autoritarismo que afecta a los ciudadanos.

En términos de los cargos en disputa, se hablará de un total de 1,458 posiciones en los dos estados. En Veracruz se elegirán 212 presidencias municipales, 212 sindicaturas y 630 regidurías, mientras que en Durango, serán 39 presidencias municipales, 39 sindicaturas y 326 regidurías. Las elecciones municipales son fundamentales, ya que los ciudadanos eligen a quienes tomarán decisiones importantes sobre el rumbo de sus comunidades en los próximos años.

Con Morena consolidando su poder en las últimas elecciones, tras ganar la mayoría de las gubernaturas, incluida Veracruz, tanto el PRI como el PAN saben que enfrentan un reto importante. Sin embargo, ambos partidos están trabajando en sus estrategias para ganar el mayor número de votos posibles, a pesar de las divisiones internas y las distintas tácticas que emplean. Lo que es claro es que, a medida que se acerque la fecha de las elecciones, la competencia será feroz en Veracruz y Durango, y las alianzas, o la falta de ellas, serán un factor determinante en el resultado final.