En una entrevista matutina, Alejandro Alito Moreno Cárdenas, dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), explicó los motivos detrás de la reciente impugnación de las elecciones del 2 de junio, mientras adelantaba un cambio radical en la identidad del partido, incluyendo su emblemático logo y sus siglas.
Moreno Cárdenas destacó que los resultados electorales fueron un «mensaje claro» para el PRI, señalando la pérdida del registro del Partido de la Revolución Democrática (PRD), aliado del PRI en las elecciones pasadas, como una señal de alerta. Ante esto, el partido se encuentra en un proceso de «terapia intensiva» para evitar un destino similar al del PRD.
La impugnación presentada por el PRI se centra en la intervención del presidente en el proceso electoral, buscando establecer un precedente para futuras elecciones y garantizar la imparcialidad del proceso.
Además de esta acción legal, Moreno Cárdenas anunció una profunda reforma interna del partido, que incluirá cambios en su nombre, colores y logo. El dirigente resaltó la necesidad de consultar a los millones de votantes del PRI sobre estas modificaciones, proponiendo un partido más tecnológico, digital y cercano a la ciudadanía.
«No solo discutiremos nuestra ideología y plan de acción, sino también temas vitales para nuestro país», afirmó Moreno Cárdenas, subrayando la importancia de la participación ciudadana en este proceso de transformación.
Respecto a su posible reelección como dirigente nacional del PRI, Moreno Cárdenas no ofreció una respuesta definitiva, señalando que esta decisión será tomada por los delegados de la asamblea nacional del partido en septiembre. Destacó la necesidad de enfrentar los desafíos con determinación y liderazgo probado para evitar la influencia del oficialismo en el partido.
A pesar de la incertidumbre sobre su futuro liderazgo, Moreno Cárdenas reafirmó su compromiso con el PRI y su disposición a seguir sirviendo al partido donde sea necesario. La asamblea nacional será un momento crucial para definir el rumbo del PRI en los próximos años, marcando un hito en la historia del partido político que ha sido una fuerza dominante en la política mexicana durante décadas.