Por Bruno Cortés

En un escenario que parece más un juego político que una cuestión de principios, el diputado Rubén Moreira Valdez, coordinador del Grupo Parlamentario del PRI, denunció lo que considera una maniobra de Morena para frenar una reforma clave que afectaría directamente a los trabajadores de México. Se trata de una modificación a la Constitución que garantizaría que los salarios mínimos no estén por debajo de la inflación, algo que suena lógico y justo, pero que, según Moreira, aún no ha sido promulgada debido a una jugada legislativa.

Aunque la Secretaría de Gobernación informa que 31 congresos locales ya han aprobado la reforma, el Senado de la República asegura que solo 16 lo han hecho. Esto es suficiente para que el Senado no emita la declaratoria de constitucionalidad, lo que significa que la reforma no entra en vigor, al menos por ahora. «¿Qué está pasando? ¿Qué esconde el Senado?», se preguntó el diputado, señalando que parece haber un intento deliberado por frenar la reforma, que había sido apoyada por todos los partidos políticos, incluido Morena.

Según Moreira, este retraso tiene una explicación más política que técnica. Considera que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha tratado de manipular el tema, generando una narrativa para las elecciones, pero sin tener la voluntad real de beneficiar a los trabajadores. Además, criticó que este congelamiento de la reforma ocurrió justo antes de la votación del presupuesto para el 2025, lo que impide que los cambios se apliquen de inmediato.

El PRI, a través de la voz de Moreira, ha sido claro en su apoyo a esta reforma, argumentando que se trata de un beneficio para sectores clave como policías, enfermeras, médicos y maestros de tiempo completo. «No podemos permitir que esta reforma se quede en la congeladora, ya que es fundamental para mejorar la calidad de vida de millones de trabajadores», añadió.

Pero el tema de los derechos laborales no es el único en la agenda. En la misma conferencia de prensa, otros diputados del PRI también hablaron sobre la creciente violencia e inseguridad en el país. La diputada Leticia Barrera Maldonado exigió mayor transparencia sobre el número de personas desaparecidas y la resolución de los homicidios, subrayando que la impunidad es una de las grandes preocupaciones de la sociedad mexicana. «Nueve de cada diez delitos no se denuncian, lo que demuestra la falta de confianza en las instituciones», comentó Barrera.

En cuanto al sector agrícola, el diputado Arturo Yáñez Cuellar destacó las dificultades que enfrentan los productores de frijol en Durango. A pesar de haber sido prometidos precios de garantía, muchos se han visto obligados a vender sus cosechas a precios muy bajos debido a la lentitud del gobierno en acopiar el producto, lo que ha causado graves pérdidas económicas.

En resumen, lo que se presenta como una cuestión legislativa sobre salarios mínimos y derechos laborales es, en realidad, un reflejo de la polarización política que vive el país. Desde la denuncia sobre la falta de acción del Senado hasta las demandas de mayor transparencia y apoyo a los productores, la política mexicana está cada vez más marcada por el enfrentamiento entre partidos y la urgencia de responder a las necesidades de la ciudadanía. Sin duda, lo que está en juego es mucho más que una simple reforma; se trata de la capacidad del gobierno y el Congreso para actuar en beneficio de la gente.