Los colores de un animal desempeñan un importante papel en diversos aspectos de su vida. Entonces, ¿por qué exactamente los tigres son naranjas?
Los colores pueden ayudar a los animales a destacarse entre sus compañeros, advertir a los depredadores que son tóxicos o incluso permitir que se camuflen en su entorno.
El tigre es un depredador de emboscada, por lo que «desaparecer» en medio de los bosques y volverse invisible para sus presas es extremadamente importante para que no pasen hambre. Entonces, de todos los colores que podrían ser, ¿por qué son naranja?
Para los humanos puede parecer ilógico que un animal que necesita camuflarse entre la vegetación verde tenga una coloración naranja. Para nosotros este color se utiliza para elementos que deben ser visibles, como los conos de tráfico y los chalecos de seguridad, por ejemplo. Para los ojos humanos, el color naranja se destaca en la mayoría de los entornos, lo que hace que, para nosotros, los tigres sean relativamente fáciles de detectar. Esto se debe a que tenemos una visión tricromática, explica Live Science.
Cuando la luz ingresa a los ojos, golpea un delgado tejido en la parte posterior llamada retina. La retina procesa esa luz usando dos tipos de receptores: bastones y conos. Los bastones detectan las diferencias en luminosidad, mientras los conos son empleados en la percepción del color.
La mayoría de los humanos tienen tres tipos de conos, uno para detectar el color azul, otro para el verde y otro para el rojo. Por eso nuestra visión se llama tricromática, pues podemos ver los tres colores primarios y sus combinaciones de colores.
Algunos primates también poseen visión tricromática, pero la mayoría de los mamíferos terrestres —incluidos perros, gatos, caballos y ciervos— tienen una visión dicromática. Es decir, sus retinas contienen conos de solo dos colores: azul y verde. Así como los humanos daltónicos, estos animales no pueden distinguir entre tonos rojos y verdes
Los ciervos, que son la principal presa del tigre tienen visión dicromática. Eso significa que no ven al depredador de color naranja, sino verde. Así, es difícil para ellos detectar al felino cuando se esconde detrás de un arbusto o se agacha en la hierba.
Siguiendo la lógica, evolutivamente los tigres verdes probablemente serían aún más difíciles de detectar, especialmente para nosotros, los tricrómatas. Sin embargo, la evolución no posee «los ingredientes necesarios para producir pelaje verde», subrayó el medio.
«En esencia, es más fácil producir [pelaje de colores] marrones y naranjas debido a la estructura biomolecular de la composición del animal», explicó John Fennell, profesor de Biometría y Detección Animal de la Facultad de Veterinaria de Bristol (Reino Unido).
El especialista puso de relieve que el único mamífero conocido que posee pelaje de color verde es el oso perezoso y, en realidad, este no es su verdadero color.
«Eso es un alga que crece en su pelaje. Y que yo sepa, no hay animales peludos verdes», subrayó el especialista.
Sin embargo, la evolución tiende a favorecer los rasgos que ayudan a una especie a sobrevivir, entonces, ¿por qué las presas no han desarrollado la capacidad de ver al depredador color naranja?
«Uno se imaginaría que en una carrera evolutiva, una mejora en la percepción visual proporcionaría a la presa mejores sistemas visuales en primer lugar. Pero no parece haber presión evolutiva, particularmente para los ciervos, que son la principal presa del tigre, para volverse tricromático. Eso es probablemente porque el tigre tampoco sabe que es naranja porque también es un dicromata», explicó el académico.