¿Por qué mi perro come pasto? Descubre lo que dicen los expertos

Si alguna vez has sorprendido a tu perro mordisqueando el césped del jardín o durante un paseo, no estás solo. Este comportamiento es más común de lo que parece y, aunque a primera vista puede parecer extraño, la ciencia tiene varias explicaciones al respecto.

Una creencia bastante extendida es que los perros comen pasto para provocarse el vómito y aliviar molestias estomacales. Sin embargo, estudios recientes desmienten esta idea. De acuerdo con el Kennel Club del Reino Unido, menos del 10% de los perros mostraban signos de enfermedad antes de ingerir pasto, y solo una cuarta parte vomitaba después.

Desde VCA Animal Hospitals coinciden en que es poco probable que este comportamiento sea una forma de automedicación, ya que la mayoría de los perros ni vomitan ni muestran signos de malestar tras comerlo.

Comer pasto puede ser un comportamiento completamente normal, vinculado a los instintos heredados de los ancestros salvajes de los perros. Según la organización Dogs Trust, es una conducta registrada en perros silvestres y relacionada con su naturaleza omnívora. El pasto aporta fibra vegetal, un nutriente que puede favorecer la digestión y el tránsito intestinal.

¿Es seguro que lo haga?

En general, comer pasto ocasionalmente no representa un riesgo para la salud del perro. Sin embargo, hay ciertos factores de los que conviene estar atentos:

  • Presencia de parásitos: el pasto puede estar contaminado con babosas o caracoles portadores de parásitos, como el gusano pulmonar.

  • Uso de químicos: fertilizantes y pesticidas en jardines o parques pueden ser tóxicos si se ingieren junto con el pasto.

Por eso, aunque el comportamiento no es alarmante por sí solo, no se recomienda fomentarlo activamente.

Si tu perro vomita con frecuencia, presenta diarrea, letargo, pérdida de apetito o asume posturas inusuales (como la “posición de oración”, que indica dolor abdominal), es momento de acudir al veterinario. Estos síntomas podrían estar relacionados con gastroenteritis u otros problemas digestivos que requieren atención médica.

En caso de malestar leve y si el veterinario lo aprueba, puedes ofrecer una dieta blanda temporal: arroz blanco cocido, pollo hervido sin piel ni huesos o alimento balanceado para estómagos sensibles. También es importante evitar el ejercicio intenso y asegurar una correcta hidratación.

¿Podría tener parásitos?

Sí, esa es otra posibilidad. Comer pasto de forma insistente también se asocia a la presencia de parásitos intestinales. Estos pueden causar desde molestias digestivas hasta anemia y pérdida de peso. El veterinario Jerry Klein del American Kennel Club advierte que algunos parásitos incluso pueden transmitirse a los humanos, especialmente a niños pequeños.

Por eso, es clave mantener al día la desparasitación y realizar análisis periódicos de materia fecal, ya que los antiparasitarios no previenen infecciones, sino que las tratan cuando ya están presentes.

¿Cuándo llevarlo al veterinario?

Debes consultar con un especialista si:

  • Tu perro come pasto con frecuencia o en grandes cantidades.

  • Muestra signos de enfermedad digestiva.

  • Vomita de forma regular tras comer pasto.

  • Hay cambios en su apetito o en su comportamiento habitual.

En resumen, comer pasto no es necesariamente una señal de alarma, pero sí es un comportamiento que conviene observar con atención. Como siempre, el criterio del veterinario será la mejor guía para saber si se trata de una simple curiosidad canina o de un síntoma a tratar.

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