¿Por qué escribir a mano puede ser mejor para tu cerebro que mecanografiar?

En la era digital, escribir a máquina ha reemplazado en muchos casos la escritura a mano, especialmente entre estudiantes y profesionales. Sin embargo, investigaciones recientes han revelado que escribir manualmente podría tener efectos más profundos y beneficiosos en la actividad cerebral que la mecanografía.

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología y publicado en la revista Frontiers sugiere que escribir a mano activa patrones cerebrales más complejos y amplios que el simple acto de teclear. Estos patrones son clave para la formación de recuerdos y el aprendizaje, un hallazgo que refuerza la idea de que escribir a mano tiene ventajas cognitivas importantes, particularmente para los más jóvenes.

El impacto de la escritura a mano en el cerebro

El experimento realizado con 36 estudiantes universitarios reveló que la escritura manual mejora la conectividad cerebral en comparación con el uso del teclado. Utilizando un electroencefalograma (EEG) de alta densidad, los científicos encontraron que escribir a mano involucra un proceso más complejo, que combina control motor, percepción táctil y reconocimiento visual. Esta combinación activa diversas áreas del cerebro, fortaleciendo las redes neuronales encargadas de procesar la información.

Según Audrey van der Meer, autora principal del estudio, «al escribir a mano, los patrones de conectividad cerebral son mucho más elaborados que al escribir en un teclado». Esta mayor conectividad puede explicar por qué algunos estudiantes desarrollan una mejor comprensión de lo aprendido y una mayor capacidad para recordar detalles, en comparación con aquellos que optan por escribir en dispositivos digitales.

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Además de los beneficios en la memoria, escribir a mano también puede mejorar la capacidad de aprendizaje. Naomi Susan Baron, de la Universidad Americana de Washington, apunta que las personas tienden a recordar mejor lo que han escrito manualmente. Esto se debe en parte a la mayor implicación de los sentidos en el proceso de escritura, como sostiene Mellissa Prunty, de la Universidad Brunel de Londres: «Sostener un bolígrafo con los dedos, presionarlo sobre una superficie y mover las manos para crear letras y palabras es una habilidad cognitivo-motora compleja que requiere gran parte de nuestra atención.»

Por otro lado, estudios con estudiantes adultos de árabe mostraron que la escritura manual les ayudó a aprender más rápido el alfabeto, lo que sugiere que este tipo de actividad activa procesos cerebrales relacionados con la adquisición de nuevos conocimientos.

Estrategias para potenciar el aprendizaje mediante la escritura

Para aprovechar los beneficios de la escritura manual, existen diversas estrategias que se pueden incorporar al día a día. Tomar apuntes a mano, resumir textos o escribir ideas en un cuaderno son excelentes maneras de reforzar la memoria y la comprensión. Además, escribir de esta forma puede fomentar la creatividad, ya que obliga al cerebro a procesar la información de una manera más activa y personalizada.

En resumen, la escritura a mano no solo tiene un impacto positivo en la memoria, sino que también contribuye a un aprendizaje más profundo y efectivo. Aunque la tecnología sigue siendo una herramienta poderosa, nunca es tarde para retomar el bolígrafo y disfrutar de los beneficios que esta actividad puede aportar a nuestro cerebro.

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