Los viernes en la Ciudad de México son sinónimo de congestionamiento vehicular. Diversos factores interrelacionados hacen que este día se convierta en un desafío para la movilidad urbana, desde patrones laborales hasta eventos sociales.
¿Qué está detrás del caos vial de los viernes?
1. Fin de semana en puerta
El viernes marca el cierre de la semana laboral, lo que genera un notable incremento en los desplazamientos. Las personas regresan a casa o se movilizan para actividades sociales, disparando el tráfico entre las 15:00 y las 16:00 horas. Durante este periodo, recorrer distancias cortas puede tomar hasta 36 minutos.
2. Horarios pico críticos
Según estadísticas, las horas entre las 15:00 y las 17:00 son las más congestionadas, con velocidades promedio de apenas 18 km/h. El volumen de autos en las principales vías de la ciudad se intensifica, especialmente en las salidas hacia zonas periféricas.
3. Eventos sociales y culturales
Conciertos, funciones teatrales, partidos y otros eventos suelen celebrarse los viernes, atrayendo a miles de personas a puntos específicos de la ciudad y complicando aún más la circulación en esas áreas.
4. Tránsito desde el Estado de México
La relación entre la CDMX y el Estado de México también juega un papel importante. Miles de trabajadores que residen en el Edomex regresan a casa los viernes por la tarde, saturando vialidades como Periférico, Insurgentes y las autopistas urbanas.
5. Infraestructura insuficiente
A pesar de los avances en movilidad, la infraestructura vial no logra absorber el creciente volumen de vehículos, especialmente los viernes. Cuellos de botella y escasas opciones de transporte público eficiente empeoran la situación.
Un problema que exige soluciones integrales
El tráfico en la CDMX los viernes no es un fenómeno aislado; refleja un patrón de movilidad que combina las dinámicas laborales, sociales y estructurales de la metrópoli. La implementación de estrategias como el fortalecimiento del transporte público y la mejora de la infraestructura vial es esencial para mitigar este reto.
¿Será posible devolverle fluidez a la ciudad los días más complicados?