Por Bruno Cortés
En un país donde muchas personas dependen de las horas extras y trabajar en días festivos para completar su ingreso mensual, el diputado Jorge Alfredo Lozoya Santillán (MC) ha presentado una propuesta que podría cambiar las reglas del juego para miles de trabajadores. Su iniciativa busca exentar al 100% el Impuesto Sobre la Renta (ISR) sobre las horas extras trabajadas en días inhábiles o festivos. Es decir, si un trabajador hace horas extras en su día de descanso, su salario adicional no estaría sujeto al cobro de este impuesto.
Lozoya propone reformar la Ley del ISR, específicamente el artículo 93, para que las horas extras no se graven fiscalmente, y además, plantea elevar del 50 al 80% la deducción de las remuneraciones y prestaciones para aquellos que ganan más de 5 salarios mínimos. Esta reforma ya fue turnada a la Comisión de Hacienda y Crédito Público del Congreso, donde se discutirá su viabilidad.
El legislador argumenta que cobrar el ISR sobre las horas extras no solo es injusto, sino que va en contra de los intereses de los trabajadores y de la economía en general. Según él, imponer impuestos sobre el trabajo adicional que hacen los empleados reduce el beneficio real que obtienen por su esfuerzo, y esto es particularmente perjudicial en sectores donde el trabajo extra es indispensable, como en emergencias, producción intensiva o trabajos con plazos estrictos.
Lozoya recalca que muchas familias mexicanas dependen de esas horas extras para poder cubrir sus necesidades básicas. El cobro de ISR sobre este dinero adicional, que ya es una compensación por el esfuerzo extraordinario, hace que los trabajadores vean una parte significativa de su ingreso adicional reducido. Además, afirma que este tipo de impuestos no solo perjudica a los trabajadores, sino que también genera un desincentivo tanto para los empleadores como para los empleados. Esto, a su vez, puede hacer que se busquen formas informales de trabajo, como acuerdos en efectivo o no reportar las horas extras, lo cual crea un ciclo de problemas legales y laborales.
Uno de los aspectos más preocupantes para el diputado es que esta práctica podría incentivar la informalidad laboral. Si los empleadores prefieren no pagar el ISR para evitar los costos adicionales, esto empuja a los trabajadores a laborar en condiciones poco claras o directamente fuera del marco legal. Lo que podría resultar en situaciones de abuso, despidos injustificados o violación de los derechos laborales.
Al final, la propuesta de Lozoya no solo busca aliviar la carga financiera de los trabajadores, sino también fomentar un ambiente laboral más transparente y justo. Al eliminar el impuesto sobre las horas extras, se podría lograr un mejor equilibrio entre el esfuerzo de los trabajadores y los ingresos que realmente reciben por su trabajo, mientras que el gobierno mantendría un sistema fiscal más limpio y ordenado, sin promover la evasión fiscal ni la informalidad.