Por Juan Pablo Ojeda
Este martes, los cuatro policías que fueron testigos del fallecimiento de Diego Armando Maradona el 25 de noviembre de 2020 ratificaron ante el tribunal detalles escalofriantes sobre las condiciones en las que encontraron al astro del fútbol. Durante la tercera audiencia del juicio que busca determinar si siete profesionales de la salud son responsables de homicidio, los oficiales confirmaron que Maradona presentaba una hinchazón abdominal extrema, yacía en un «somier común» y no contaba con un desfibrilador en el lugar.
El oficial Lucas Farías y los comisarios Lucas Rodrigo Borge, Carlos Carranza y Leonardo Mendoza dieron su testimonio ante los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de San Isidro, en las afueras de Buenos Aires. Borge fue el primero en llegar al lugar tras recibir un aviso alrededor de las 13 horas, notificándole que Maradona se encontraba descompensado. Posteriormente, se desplazó hasta la residencia, donde, a su llegada cerca de las 14 horas, ya no había nadie dentro, y Farías había tomado control de la situación, guiando a familiares y al personal médico hacia el jardín para preservar la habitación de Maradona.
“Lo único que recuerdo era que tenía la panza muy hinchada, una remera negra puesta y un short de Gimnasia y Esgrima de La Plata”, comentó Borge al referirse a su llegada al lugar. Los testigos también describieron el estado en el que se encontraba el ídolo, asegurando que el somier donde yacía no era una cama hospitalaria, sino un simple somier común, y que no había un desfibrilador cerca, lo que dejó sorprendidos a los oficiales.
Farías, quien fue el primero en ingresar a la casa, expresó su asombro al encontrar a Maradona en una posición cadavérica con el abdomen extremadamente inflado. “Me llamó la atención la posición cadavérica, el abdomen muy inflado a punto de explotar, me sorprendió verlo así a Maradona. No pensé nunca encontrarme con esa imagen”, señaló. Su testimonio fue respaldado por una filmación de 18 minutos grabada por el Ministerio Público Fiscal, que documentó lo descrito por Farías.
Carlos Hugo Carranza, otro de los testigos, también destacó la hinchazón abdominal de Maradona y la peculiaridad del baño conectado a la habitación del ídolo. Describió el baño como pequeño y comentó que, según lo que vio, parecía ser el único disponible en el lugar.
Este juicio tiene como objetivo determinar la responsabilidad de siete profesionales de la salud, quienes son acusados de homicidio simple con dolo eventual. Los acusados incluyen al neurocirujano Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicoanalista Carlos Díaz, la doctora Nancy Forlini, el médico Pedro Di Spagna, el coordinador de enfermeros Mariano Perroni y el enfermero Ricardo Almirón. Si se les declara culpables, los acusados podrían enfrentar una pena máxima de 25 años de prisión.
La próxima sesión se llevará a cabo el jueves, cuando se espera que continúen los testimonios, incluyendo el del médico que firmó el certificado de defunción y un médico vecino que intentó asistir a Maradona antes de su fallecimiento.
