El acceso a Playa del Sol, ubicada en Paraíso, Tabasco, ha sido cerrado debido a la alarmante presencia de chapopote en la costa. Esta situación ha sido atribuida a las actividades de la refinería Dos Bocas, que ha estado en el centro de la polémica por sus retrasos y sobrecostos.
El chapopote, una sustancia viscosa y contaminante derivada del petróleo, ha provocado la aparición de grandes manchas en la playa, generando preocupación entre los pescadores locales. Estos han reportado problemas de turbiedad en el agua y una notable disminución en la población de peces, afectando gravemente sus actividades económicas.
El Ayuntamiento de Paraíso, en colaboración con Petróleos Mexicanos (Pemex), ha iniciado labores de limpieza en la zona afectada, pero la magnitud del problema ha llevado a una reacción inmediata de la comunidad pesquera. Los pescadores han salido a las calles para manifestarse, exigiendo medidas contundentes para frenar la contaminación y restaurar la salud del ecosistema marino.
La refinería Dos Bocas, a pesar de enfrentar críticas por sus problemas de construcción y costos, ya está en funcionamiento, procesando 170,000 barriles de petróleo crudo al día, lo que representa el 50% de su capacidad. Sin embargo, el impacto ambiental de sus operaciones ha dejado a la comunidad en una situación precaria, y la tensión sigue aumentando.
La urgencia de una solución integral para resolver la crisis en Playa del Sol es evidente, mientras la comunidad pesquera y las autoridades locales luchan por recuperar la calidad del agua y proteger sus medios de vida. La situación pone de manifiesto la necesidad de una vigilancia más estricta y medidas preventivas para evitar futuros incidentes de contaminación en la región.