En esta etapa de la vida, las posibilidades parecen ilimitadas, pero también lo son las tentaciones de gastar, especialmente al comenzar la vida laboral. Sin embargo, es esencial pensar en los objetivos a largo plazo, como la independencia, la familia, la vivienda, la educación en el extranjero y, aunque parezca lejano, una pensión digna.
¿Alguna vez te has preguntado cómo será tu situación económica en 20 o 30 años? ¿Cómo pagarás tus gastos básicos cuando seas mayor? Es hora de tomar medidas ahora para garantizar una situación financiera estable y cubrir tus necesidades básicas cuando ya no puedas trabajar.
En esta Brújula de Compra, compartimos datos sobre las expectativas de los jóvenes en relación con la vejez y ofrecemos información para una planificación financiera sólida basada en tus objetivos, metas y sueños. Descubrirás que es menos complicado de lo que parece.
Toma el control, pero de tu dinero. La planificación financiera te ayudará a decidir cómo distribuir tus ingresos en función de tus recursos disponibles. Según la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), llevar a cabo un presupuesto te brindará varios beneficios, como:
- Tener control de tu dinero: Podrás determinar tus ingresos y planificar tus gastos semanal, quincenal o mensualmente.
- Identificar gastos necesarios y evitar los innecesarios, eliminando los llamados «gastos hormiga».
- Conocer tus posibilidades de ahorro para alcanzar tus metas a corto, mediano o largo plazo y crear un fondo de emergencia.
- Determinar tu capacidad de endeudamiento, lo que te permitirá acceder a créditos en caso de necesitarlos.
Al planificar adecuadamente, considera tus objetivos a corto, mediano y largo plazo para tener metas claras. Utiliza el esquema proporcionado como guía y planifica tus gastos de acuerdo con tus ingresos. No te desanimes; es un ejercicio de aproximación que te ayudará a adquirir hábitos financieros sólidos para cumplir tus metas y asegurar tu futuro económico.