CDMX, 7 de abril del 2022.- México tiene la mayor población de perros en Latinoamérica, pero ni la mitad de ellos tiene hogar o refugio. Según datos de la Secretaría de Salud, en nuestro país hay alrededor de 22 millones de estos animales, de los cuales más de 10 millones viven en las calles.
En este contexto, el senador Ricardo Velázquez Meza solicitó que la Coordinación Nacional de Protección Civil diseñe una estrategia para la readaptación, adopción, cuidado y entrenamiento de canes en situación de calle, a fin de que puedan colaborar en diferentes actividades, como lazarillos para personas con deficiencia visual, rescatistas o detectores de enervantes.
Así, explicó el legislador de Morena, en lugar de que los perros callejeros se conviertan en un riesgo sanitario, podrían desempeñar una labor de asistencia social; además, de generar una cultura del cuidado animal positiva, con valores y responsabilidades civiles para todos.
Los animales domésticos sin hogar o aquellos que sufren maltrato por parte de sus propietarios, representan un problema que pasa desapercibido, por la poca atención de la ciudadanía y de las propias autoridades.
Velázquez Meza refirió que, aunque no se cuenta con una cifra exacta, se calcula que 30 por ciento de los perros que hay en nuestro país tiene propietario, 30 por ciento es comunitario y 40 por ciento viven en la vía pública.
La mayoría de estos animales llegó a las calles por descuido y negligencia, pues muchas crías sin esterilizar son abandonadas y si sobreviven, en muchos casos, se reproducen y nace otra generación que es relegada a vivir sin un hogar, lo que incrementa poco a poco la población de perros en esta condición.
Velázquez Meza presentó un punto de acuerdo para solicitar a la Secretaría de Gobernación, a través de la Coordinación Nacional de Protección Civil, una estrategia para el rescate y readaptación de perros callejeros, a fin de que sean entrenados como binomios caninos rescatistas o lazarillos para personas con deficiencia visual.
Recordó que los perros jugaron un papel clave en la búsqueda de personas desaparecidas, tras el grave terremoto de 2017, y que desde esa fecha cobraron mayor relevancia en la esfera pública del país, ya que cientos de personas quedaron atrapadas entre los escombros cuando los edificios colapsaron en la Ciudad de México y en estados vecinos, y las autoridades utilizaron a la unidad canina para su rescate.
Otra forma de aprovechar un porcentaje de la población canina callejera de México -agregó el senador-, es mediante el entrenamiento para formar perros guías, también conocidos como lazarillos. Animales de servicio que desempeñan una labor de asistencia muy importante para las personas con discapacidad visual.
El punto de acuerdo fue turnado a la Comisión de Gobernación, para su análisis y dictamen correspondiente.