Activistas y especialistas en materia de tanatología, psicología y pediatría, respaldadas por la diputada Marisol García Segura y el diputado Emmanuel Reyes Carmona, ambos de Morena, plantearon la necesidad de realizar reformas legales para atender con dignidad a madres y padres que pierden a sus bebés antes, durante o después del parto.
Lo anterior, en el foro “Iniciativa de Ley Brazos Vacíos”, organizado por la diputada García Segura, secretaria de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados.
Las activistas y especialistas señalaron que se deben realizar reformas legales en materia de protocolos de actuación y atención integral a las madres por la muerte gestacional o neonatal de sus bebés, combate a la violencia obstétrica e incapacidad laboral por duelo para madres y padres trabajadores, a fin de garantizar un trato digno, el respeto a los derechos humanos y el bienestar físico y mental de las mujeres.
La diputada García Segura informó que, junto con las activistas, se está construyendo una iniciativa de reforma a la Ley General de Salud, a la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y a la Ley del Seguro Social (IMSS), misma que lleva un avance del 75 por ciento, y se estará presentando en dos o tres semanas.
Explicó que dicha iniciativa considera el diseño de protocolos específicos de atención y acompañamiento a madres y padres de familia en los casos de muerte perinatal o neonatal, y el establecimiento de salas especiales de recuperación para las madres que han perdido su bebé, durante su estancia hospitalaria.
Asimismo, establece brindar atención médica integral durante el puerperio para superar su duelo, y el otorgamiento de un permiso especial de postparto de seis semanas a las madres y padres trabajadores.
La diputada comentó que se ha normalizado que las madres afronten en silencio la muerte perinatal y neonatal, “el acompañamiento es menor o inexistente, simple y sencillamente porque no se consolidan los vínculos afectivos por parte del resto de la familia con el neonato que murió al poco tiempo de nacer o nació sin vida, y es muy probable que la madre viva sola su dolor”.
“A esa pérdida se suma, en muchos casos, la falta de protocolos que eviten someter a las madres a más hechos que aumenten su pesar, por ejemplo, muchas de ellas en su recuperación en el hospital o clínica siguen compartiendo el mismo espacio con las madres que cada tres horas están alimentado a su bebé”, apuntó.
Además, agregó, “a la madre que perdió a su hijo en etapa neonatal se le deja de expedir licencia médica alguna y se le obliga a presentarse a laborar de forma inmediata, aún convaleciente, sin respetar su derecho humano a la salud, porque no hay un bebé vivo”.
Refirió que la Constitución Política señala que la madre tiene derecho a descanso seis semanas antes y seis semanas después del parto, “y éstas últimas constituyen el tiempo del puerperio; entonces resulta ilógico que a la muerte en periodo perinatal o neonatal se suspenda la incapacidad de maternidad, dado que aún la madre se encuentra en proceso de recuperación física y emocional al enfrenar una pérdida”.
Por su parte, el diputado Emmanuel Reyes (Morena), presidente de la Comisión de Salud, encomió la realización del foro porque con ello se visibiliza un problema que se debe atender desde el Poder Legislativo.
En ese sentido, afirmó que impulsará la eventual iniciativa en el seno del órgano legislativo que encabeza, y llamó a las y los diputados de todas las bancadas a apoyarla.
Tras escuchar testimonios de madres que perdieron a sus hijos en etapas perinatal o neonatal, tanto en videomensajes como de forma presencial, finalmente las activistas y especialistas Paola Sánchez Álvarez, Mildret Sainz Torres, Eréndira Hernández Chávez y Olga Isabel Caamaño Andrade reflexionaron sobre la necesidad de sensibilizar y capacitar al personal médico de ginecoobstetricia de las instituciones de salud pública para que tengan un comportamiento empático.