Persistente flujo migratorio en la frontera México-EE.UU. a pesar del refuerzo de seguridad

Por Juan Pablo Ojeda

 

A pesar de los esfuerzos por reforzar la vigilancia fronteriza con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y la reciente implementación de un operativo conjunto entre el Ejército mexicano y la Guardia Nacional, cientos de migrantes continúan llegando al límite entre Sonora y Arizona, con la intención de cruzar hacia los Estados Unidos. Según encargados de albergues y centros de atención humanitaria, los migrantes siguen arribando, ya que no tienen tiempo de seguir las noticias y siguen su camino sin importar las medidas implementadas para frenar su paso.

El sacerdote católico Prisciliano Peraza García, fundador del Centro Comunitario de Atención al Migrante y Necesitado (CCAMYN) de Altar, municipio ubicado a 98 kilómetros de la frontera, explicó que el flujo migratorio no cesa debido a que las personas que huyen de la pobreza y la violencia en sus países no tienen muchas alternativas y ven en el cruce de la frontera una esperanza para mejorar su vida. “Ellos siguen su proceso, siguen en su caminar, con su ideal de llegar allá (Estados Unidos). Ellos no tienen tiempo para ver noticias”, expresó Peraza García a EFE.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, acordaron reforzar las medidas contra la migración irregular y el tráfico de fentanilo, lo que llevó al despliegue de 10,000 elementos de las Fuerzas Armadas en la frontera. En su defensa, Sheinbaum calificó el acuerdo como un “buen acuerdo” para frenar el flujo de migrantes y el tráfico de drogas, una postura respaldada por Trump, quien aseguró que los soldados estarán específicamente designados para estos fines.

Sin embargo, la migración sigue su curso, ya que los traficantes de personas han profesionalizado sus operaciones, encareciendo el costo del cruce ilegal, y adaptándose a las nuevas estrategias de vigilancia. Según Peraza García, la infraestructura de los traficantes ha crecido considerablemente, ofreciendo servicios más discretos y a mayor escala a los migrantes. “La migración se sigue dando, aunque las formas son diferentes”, afirmó el sacerdote.

En ciudades de paso como Hermosillo, Sonora, la presencia migrante es evidente en lugares como el ‘Comedor y Dispensario San Luis Gonzaga’, donde migrantes del sur de México y Centroamérica reciben alimentación, atención médica y asistencia antes de continuar su viaje hacia el norte. El doctor Alberto Encinas Félix, quien atiende a estos migrantes, describe los principales problemas de salud que enfrentan en su ruta. «La mayoría de los problemas y patologías dependen de la época del año. En invierno, las infecciones virales como la gripa están a su máxima expresión, además de las lesiones cutáneas por la falta de aseo y mala alimentación», explicó Encinas.

A pesar de las estrategias para frenar la migración, la situación sigue siendo compleja. Los migrantes siguen arriesgándose en su travesía, con la esperanza de mejorar sus condiciones de vida, mientras las autoridades luchan por contener el flujo de personas que huyen de situaciones extremas.

 

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