Por Juan Pablo Ojeda
Una investigación reciente ha revelado un hallazgo sorprendente: el 41% de los gatos disfrutan recuperando juguetes lanzados por sus dueños, un comportamiento que comparte con los perros, aunque en el mundo felino esta conducta es menos conocida. El estudio, dirigido por Mikel Delgado del Colegio de Medicina Veterinaria de la Universidad de Purdue, en West Lafayette, Indiana, arroja luz sobre una faceta fascinante de la conducta de los gatos domésticos.
El estudio, publicado en la edición del 4 de septiembre de la revista PLOS One, se basa en encuestas realizadas entre 2015 y 2023 a 74,000 dueños de perros y 8,000 dueños de gatos. Los resultados muestran que el 78% de los propietarios de perros informaron que sus mascotas «a veces, con frecuencia o siempre intentaban buscar palos, pelotas u otros objetos». Este comportamiento es especialmente común en razas específicas, como Labrador Retrievers, Golden Retrievers, Collies y Cocker Spaniels ingleses, que han sido criadas históricamente para seguir y recuperar objetos en movimiento.
Sin embargo, el hallazgo más notable es que el 41% de los dueños de gatos también describieron a sus mascotas como entusiastas de la búsqueda. Esta cifra es significativamente más alta que las estimaciones previas y sugiere que el comportamiento de recuperación en gatos es más común de lo que se pensaba. Los gatos de interior tienden a ser más propensos a participar en juegos de búsqueda que los gatos de exterior. Además, los gatos más activos y robustos, así como ciertas razas como los birmanos, siameses y tonkineses, mostraron una mayor inclinación hacia este comportamiento.
El estudio también encontró que este comportamiento de búsqueda es menos común en las hembras en comparación con los machos y tiende a disminuir con la edad o la enfermedad de los animales. Según los investigadores, el impulso de buscar en mascotas domesticadas puede tener sus raíces en los comportamientos de caza naturales de estos animales. Sin embargo, para los gatos y perros altamente domesticados, el juego de buscar podría no estar tan ligado a la caza como lo está en la naturaleza. En lugar de ello, el acto de recuperar un juguete lanzado por un humano podría ser simplemente una invitación a jugar.
El equipo de Delgado concluyó que, para los gatos y perros, iniciar la búsqueda al llevar un juguete a un cuidador humano puede ser una forma de perpetuar un juego inherentemente gratificante. «El animal puede estar usando al humano para continuar un juego de persecución y captura que es gratificante en sí mismo», especuló el equipo. «El hecho de que el humano también disfrute del juego puede ser irrelevante desde la perspectiva del animal».