El 29 de diciembre del 2022, el mundo del futbol perdió a una de sus leyendas más grandes: Pelé. A los 82 años de edad, el icónico jugador brasileño falleció tras una valiente batalla contra el cáncer de colón. Más allá de su brillante carrera en las canchas, Pelé mantuvo un estrecho vínculo con México que perdurará en la memoria de los aficionados al futbol de todo el mundo.
El mundial de 1970: El comienzo de un vínculo especial
El romance de Pelé con México comenzó en la década de 1970, cuando nuestro país albergó por primera vez la Copa del Mundo de futbol. Durante ese torneo, se podía leer la leyenda «Hoy no trabajamos porque vamos a ver a Pelé» en las calles de Guadalajara, una ciudad que literalmente se paralizaba cada vez que la Selección Brasileña jugaba en el Estadio Jalisco.
Aunque Guadalajara fue testigo de la magia de Pelé en gran parte del Mundial, fue en el Estadio Azteca, en la Ciudad de México, donde «O Rei» se coronó junto a sus compañeros. En esa histórica tarde, la Selección Brasileña venció a Italia por un marcador de 4-1. Pelé abrió la cuenta con un inolvidable cabezazo. Este partido lo convirtió en el único futbolista en la historia en ganar tres veces la Copa del Mundo.
El agradecimiento de Pelé a México
Después de la victoria en el Mundial de 1970, Pelé expresó su gratitud a México de la siguiente manera: «Sólo me faltó jugar en la Luna, pero en un lugar, un país que no puedo olvidar por el cariño, la atención y por cómo me trataron es México».
El pueblo mexicano había mostrado un afecto inigualable hacia Brasil y su ídolo Pelé. El legendario futbolista no dejó de elogiar a México y su gente, diciendo: «El pueblo mexicano fue tan cariñoso con Brasil, tan bueno con Brasil. Digo con Brasil porque yo soy brasileño y ellos me trataron y trataron a la selección brasileña tan maravillosamente. Olvidando al fútbol, éramos bien recibidos».
Visitas posteriores y encuentros con celebridades mexicanas
Pelé continuó su relación especial con México en los años posteriores. Visitó nuestro país en varias ocasiones para disputar partidos amistosos con su equipo, el Santos de Brasil. Sin embargo, en una de esas ocasiones, durante un encuentro con el Club Deportivo Guadalajara, se presentó una curiosa situación. Los organizadores querían que Pelé jugara medio tiempo con cada uno de los equipos, pero los jugadores de las «Chivas» se negaron, alegando que solo los mexicanos debían jugar en el club por tradición.
En 1986, Pelé regresó a México para la Copa del Mundo de ese año. Durante sus visitas, tuvo la oportunidad de conocer a diversas celebridades mexicanas, como Cantinflas y Emilio Azcárraga Milmo, lo que fortaleció aún más su vínculo con el país.
Un legado que perdura
El ‘romance’ entre Pelé y México es una historia que perdurará en la historia del futbol. Más allá de su excelencia en la cancha, Pelé dejó un impacto duradero en el corazón de los aficionados mexicanos y en la historia del deporte en nuestro país. Su legado seguirá vivo a través de las memorias y los momentos inolvidables que compartió con México.