Los Ángeles a 12 de febrero, 2024.- En una noche que quedará marcada en la historia del fútbol americano, Patrick Mahomes, el quarterback de los Kansas City Chiefs, se alzó con el premio al Jugador Más Valioso (MVP) del Super Bowl por tercera vez en su carrera, un logro que lo cimenta no solo como uno de los grandes de su generación, sino como una leyenda viviente de la NFL. Este reconocimiento llega tras liderar a su equipo a una victoria en tiempo extra contra los San Francisco 49ers, con un marcador final de 25-22, en el Super Bowl LVIII celebrado en Las Vegas.
Mahomes, quien ya tenía en su haber dos anillos de Super Bowl antes de este encuentro, ha demostrado ser una fuerza dominante en el campo, con un récord de 3-1 en sus apariciones en el Super Bowl. Su trayectoria en la NFL, marcada por la precisión, la visión de juego y una capacidad única para revertir situaciones adversas, lo ha llevado a ser comparado con leyendas como Joe Montana y Tom Brady, siendo uno de los pocos quarterbacks en la historia con al menos tres MVPs del Super Bowl.
La temporada 2023-2024 ha sido particularmente destacada para Mahomes, quien lideró la liga en yardas de pase (5,250), touchdowns de pase (41), yardas ofensivas (5,614) y touchdowns ofensivos (45), siendo nombrado también MVP de la temporada regular.
Estos números no solo reflejan su talento excepcional, sino también su ética de trabajo y dedicación, aspectos que han sido resaltados por sus compañeros de equipo y su familia.
Con este último triunfo, Mahomes y el entrenador Andy Reid han llevado a los Chiefs a cuatro Super Bowls en un lapso de cinco años, un logro que solo había sido alcanzado anteriormente por los New England Patriots de Tom Brady y los Buffalo Bills de Jim Kelly.
Este éxito continuo ha iniciado conversaciones sobre la creación de una nueva dinastía en la NFL, con Mahomes al frente como su principal arquitecto.
Además de sus logros en el campo, Mahomes ha establecido un nuevo récord en la historia del Super Bowl, acumulando la mayor cantidad de yardas terrestres por un quarterback en la historia del evento, con 139 yardas en cuatro Super Bowls jugados.
Este récord subraya su versatilidad y capacidad para adaptarse a las circunstancias del juego, cualidades que lo distinguen como un jugador completo.