Por Juan Pablo Ojeda
La reforma al Poder Judicial, que fue aprobada anoche en el Senado de la República con 86 votos a favor y 41 en contra, ha desatado una ola de resistencia entre jueces, magistrados y trabajadores del sector. La principal propuesta de la reforma es cambiar la forma en que se eligen jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte, permitiendo que sean elegidos por voto popular.
Juana Fuentes Velázquez, presidenta de la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito (Jufed), expresó un firme rechazo a la reforma desde el frente del Senado. En un mensaje contundente, Fuentes Velázquez anunció que el paro de labores del Poder Judicial continuará hasta que se revierta la reforma. Aseguró que se recurrirá a organismos internacionales, como el Comité de Derechos Humanos de la ONU y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, para frenar la implementación de la reforma.
«Es momento de resistir y usar todas las herramientas legales a nuestro alcance para defender la independencia judicial. No nos detendremos hasta que la justicia, tal y como la conocemos, vuelva a ser un pilar firme y seguro», declaró Fuentes Velázquez. Su mensaje incluyó un llamado a mantener la integridad del sistema judicial y a luchar por las futuras generaciones.
El Senado, en una votación que también estuvo marcada por intensas protestas, aprobó la reforma a pesar de las manifestaciones. Jueces, estudiantes de Derecho y trabajadores del Poder Judicial irrumpieron en el Pleno del Senado, lo que llevó a los legisladores a trasladar la sesión a la antigua Casona de Xicoténcatl. Los manifestantes denunciaron el uso de gas por parte de la Policía de Ciudad de México durante las protestas.
Además, la sesión se vio envuelta en controversias, incluyendo denuncias de intimidación a legisladores y acusaciones contra el senador del Partido Acción Nacional (PAN), Miguel Ángel Yunes Márquez. Se alegó que Yunes Márquez pudo haber negociado con el partido Morena a cambio de protección judicial, lo que generó aún más tensión en un ambiente ya cargado.
La resistencia del Poder Judicial a la reforma subraya la profunda división y el conflicto en torno a cómo se debe administrar la justicia en México. Mientras los jueces y magistrados preparan sus próximos pasos en la defensa de su independencia, la reforma sigue siendo un tema de gran debate y controversia en el país.