Este 24 de diciembre, la sonda espacial Parker alcanzará un hito histórico al acercarse a solo seis millones de kilómetros de la superficie del Sol, convirtiéndose en el objeto más rápido creado por el ser humano y el que más cerca se ha colocado de nuestra estrella. Esta misión, lanzada por la NASA en agosto de 2018, tiene como objetivo realizar mediciones sin precedentes en la región más externa de la atmósfera solar, conocida como la corona.
Parker viajará a una velocidad asombrosa de 692,000 kilómetros por hora y, durante su acercamiento, estará protegida por un avanzado escudo térmico capaz de resistir temperaturas extremas de hasta 1,400 grados Celsius. Este escudo mantendrá sus instrumentos de medición a una temperatura ambiente de aproximadamente 29 grados Celsius, lo que permitirá a los científicos obtener datos cruciales sobre el comportamiento del Sol y su influencia en el espacio cercano a la Tierra.
El objetivo final de la sonda es «tocar el Sol» al orbitar sobre la corona, una zona de la atmósfera solar que, a pesar de sus altas temperaturas, tiene una densidad extremadamente baja. Esto reduce la transferencia de energía a la nave, lo que la hace viable para realizar las mediciones.
Parker completará 24 órbitas alrededor del Sol hasta junio de 2025, y en cada una de ellas proporcionará datos que podrían transformar nuestra comprensión del Sol y su impacto en el sistema solar. Aunque el primer acercamiento se realiza este 24 de diciembre, no se recibirán las primeras comunicaciones de la sonda hasta el 27 de diciembre.
Esta misión es un avance significativo en la exploración del espacio y abre nuevas posibilidades para el estudio del Sol, cuyos fenómenos afectan a toda la humanidad, desde las telecomunicaciones hasta la climatología espacial.