Por Bruno Cortés
En un avance significativo hacia la paridad de género, la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, presidida por Pedro Vázquez González del PT, aprobó un dictamen que reforma la Ley del Servicio Exterior Mexicano (SEM). El objetivo es garantizar que, en futuras vacantes para el rango de embajador, se procure un equilibrio entre hombres y mujeres, permitiendo a las trabajadoras del servicio diplomático tener las mismas oportunidades de ascender dentro de la estructura.
Esta reforma no es sólo un cambio legal, sino una declaración de principios. Vázquez González señaló que esta modificación al artículo 21 de la ley responde al compromiso de México con la igualdad de género, respaldada por una opinión favorable de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE). La diputada Lorena Piñón Rivera, del PRI y principal impulsora de la iniciativa, destacó que esta medida es crucial para corregir las disparidades históricas dentro de la diplomacia mexicana, donde, hasta 2024, solo el 34% del personal diplomático son mujeres.
Este desequilibrio es algo que Piñón Rivera considera inaceptable, pues las mujeres, al igual que los hombres, deben tener la oportunidad de ocupar los cargos más altos y tomar decisiones dentro de la política exterior. De hecho, la reforma tiene un enfoque afirmativo para rectificar esas desigualdades, asegurando que las mujeres tengan una representación justa dentro de la diplomacia del país.
El debate sobre la paridad no es solo un asunto de números, sino de reconocimiento al talento y la preparación de las mujeres dentro del SEM. Diputadas como María Damaris Silva Santiago (Morena) y Maribel Solache González (Morena) resaltaron que este es un paso para romper las barreras de desigualdad que han limitado históricamente el acceso de las mujeres a cargos altos en instituciones clave como el SEM.
Por su parte, el diputado Raymundo Vázquez Conchas (Morena) expresó que esta reforma no es un ajuste de modernidad, sino un reconocimiento claro de que la paridad llegó para quedarse y debe ser aplicada de manera justa, equitativa y legal. La participación femenina no puede seguir siendo una excepción, sino una norma dentro de la estructura diplomática.
El dictamen aprobado establece que la paridad de género se aplicará al momento de cubrir una vacante en el rango de embajador, con base en los méritos y la antigüedad de los empleados del SEM. De acuerdo con Vázquez González, el próximo paso será realizar reuniones de trabajo con la Cancillería y con la Asociación del Servicio Exterior Mexicano para afinar los detalles de esta reforma, atendiendo las necesidades del personal diplomático.
El impacto de esta reforma va más allá de la simple modificación de un artículo en la ley. Se trata de una medida que refleja el compromiso de México con los principios de igualdad, no solo a nivel nacional, sino también en su proyección internacional. Esto es parte de un movimiento más grande que busca garantizar que todos, independientemente de su género, tengan las mismas oportunidades de crecimiento dentro del Servicio Exterior Mexicano.
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