El Papa Francisco, de 88 años, fue ingresado el 14 de febrero en el Policlínico Agostino Gemelli de Roma debido a una bronquitis agravada. Según la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el Pontífice continuará su recuperación en un entorno hospitalario tras someterse a exámenes especializados.
Los médicos detectaron una infección en las vías respiratorias y han iniciado una terapia farmacológica para tratar la afección. Aunque presenta una leve fiebre, su estado clínico es discreto. El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, informó que el Papa se encuentra sereno y de buen humor, incluso ha leído algunos periódicos durante su estancia en el hospital.
Este ingreso se produce meses después de que, en junio de 2023, el Pontífice fuera operado de una hernia abdominal, también en el Policlínico Gemelli. En aquella ocasión, pasó nueve días hospitalizado antes de retomar su agenda pública.
Debido a su hospitalización, el Vaticano anunció la suspensión de las actividades programadas para los próximos días. Entre ellas, destacan:
- La Audiencia Jubilar prevista para el 15 de febrero.
- La Santa Misa del domingo 16 de febrero, que será presidida en su lugar por el cardenal José Tolentino de Mendonça.
- El encuentro con artistas en Cinecittà, programado para el lunes 17 de febrero, también fue cancelado.
El Vaticano no ha especificado cuánto tiempo permanecerá el Papa Francisco en el hospital, pero se espera que siga bajo observación médica hasta que su estado de salud mejore.
Por ahora, los médicos continuarán monitoreando su evolución mientras recibe tratamiento. Aunque su agenda se ha visto afectada, la Santa Sede no ha informado sobre cambios en compromisos a largo plazo.
El Papa Francisco ha enfrentado varios problemas de salud en los últimos años, incluyendo infecciones respiratorias previas y dificultades en la movilidad debido a problemas en la rodilla. Sin embargo, ha mantenido un ritmo de trabajo activo dentro de sus posibilidades.