El Papa Francisco cumple 12 años de su pontificado, un aniversario que marca no solo un recorrido de liderazgo y transformaciones en la Iglesia Católica, sino también un momento de reflexión en su vida personal. Sin embargo, este aniversario llega en circunstancias especiales, ya que el Papa se encuentra hospitalizado en el Policlínico Agostino Gemelli de Roma, recuperándose de una bronquitis severa que derivó en una neumonía bilateral.
Desde el 14 de febrero, el Papa fue ingresado debido a un cuadro de salud complicado. A pesar de la gravedad de su estado, se mantuvo consciente y cooperativo durante su tratamiento, lo que permitió que su recuperación fuera monitoreada de cerca. A pesar de haber estado en un estado de salud crítico en los primeros días, los médicos comenzaron a mostrar optimismo el 10 de marzo, levantando el pronóstico reservado y asegurando que ya no corría peligro inminente.
En los días previos a su aniversario, Francisco recibió mensajes de apoyo desde todo el mundo, incluyendo escuelas, asociaciones religiosas e instituciones que le enviaron sus mejores deseos. Aunque aún se encuentra en recuperación, el Papa ha continuado su trabajo en la medida de lo posible, siendo el centro de atención para los católicos en este importante día, aunque su presencia en público sigue siendo limitada.
La situación actual de Francisco es estable, aunque continúa recibiendo oxigenoterapia de alto flujo durante el día y ventilación mecánica no invasiva por la noche, según los informes médicos. Se mantiene en tratamiento con fisioterapia respiratoria y otros cuidados para garantizar una pronta recuperación. En cuanto a su agenda, aunque se está evaluando la posibilidad de un viaje a Nicea en mayo, no se han hecho anuncios oficiales sobre este tema aún.
Este aniversario, aunque marcado por la salud frágil del Papa, también representa una oportunidad para reflexionar sobre su liderazgo durante los últimos 12 años, caracterizados por un mensaje de misericordia, cercanía con los más necesitados, y un firme compromiso con la paz y el diálogo interreligioso. La Iglesia Católica sigue a su lado en este proceso de recuperación, orando por su pronta mejoría.