CDMX a 18 de octubre, 2024.- María Elena Pérez-Jaén Zermeño, militante del Partido Acción Nacional (PAN), desató una ola de reacciones en redes sociales al dirigir un mensaje público a Ismael «el Mayo» Zambada, exlíder del Cártel de Sinaloa, pidiéndole que revele información comprometedora sobre políticos y funcionarios involucrados en el narcotráfico. Zambada, quien enfrenta un juicio en la Corte Federal de Brooklyn, Nueva York, por 17 cargos relacionados con tráfico de drogas y lavado de dinero, es una de las figuras más buscadas por las autoridades estadounidenses desde hace décadas.
A través de su cuenta de X (anteriormente conocida como Twitter), Pérez-Jaén hizo un llamado a Zambada para que exponga a todos los involucrados con el crimen organizado, sin importar su afiliación política. «Por el rescate de México, cuente todo lo que sabe, no importa el color partidista. Denos nombres de policías, militares, alcaldes, gobernadores y presidentes», escribió la panista.
Este polémico mensaje llega en medio de un contexto marcado por la reciente condena a Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública de México, quien fue sentenciado a 38 años de prisión en Estados Unidos por colaborar con el narcotráfico. El juicio de García Luna ha reavivado las tensiones sobre la colusión entre el crimen organizado y las instituciones del gobierno mexicano.
Ismael «el Mayo» Zambada, quien logró evitar la captura durante décadas, enfrenta actualmente un proceso judicial en Estados Unidos que podría desenmascarar a múltiples figuras clave vinculadas con el narcotráfico. Su juicio en Brooklyn se ha convertido en un tema de alto interés tanto en México como en Estados Unidos, pues se espera que se revelen detalles que puedan comprometer a importantes actores políticos.
La solicitud de Pérez-Jaén refleja el clima de desconfianza hacia las instituciones en México, en el que cada vez más personas exigen transparencia y rendición de cuentas respecto a las relaciones entre funcionarios públicos y el narcotráfico. Aunque su mensaje ha generado una mezcla de apoyo y críticas, el debate sobre la infiltración del crimen en la política sigue más vivo que nunca.