Por Juan Pablo Ojeda
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, rechazó enérgicamente las recientes declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre su intención de «retomar» el Canal de Panamá, reiterando que la vía interoceánica «es y seguirá siendo de Panamá». Estas declaraciones, pronunciadas durante el discurso inaugural de Trump, han generado una fuerte respuesta en el país centroamericano, que ve en estas palabras un intento de rebatir décadas de lucha por la soberanía.
Trump, en su discurso, expresó su frustración por lo que considera una creciente presencia china en el Canal de Panamá, una afirmación que ha sido desmentida de manera categórica por las autoridades panameñas. Además, Trump lamentó el costo de las tarifas que los barcos estadounidenses deben pagar para cruzar la vía, sugiriendo que Estados Unidos podría «retomar» el control de la infraestructura que en el pasado estuvo bajo su administración.
Rechazo Panameño a la Amenaza de Retomar el Canal
En respuesta, José Raúl Mulino emitió un comunicado oficial, rechazando «de manera integral» las declaraciones de Trump y reiterando el derecho soberano de Panamá sobre el Canal, que fue devuelto al control panameño en 1999, conforme a los Tratados Torrijos-Carter. En su mensaje, Mulino subrayó que «no hay presencia de ninguna nación» que interfiera en la administración del Canal, afirmando que este es el resultado de un proceso histórico de lucha por la soberanía.
El presidente panameño destacó que desde el traspaso del Canal en 1999, Panamá ha manejado la vía con responsabilidad, sirviendo no solo a las necesidades del país, sino también a las del comercio global, incluidos los intereses de Estados Unidos. Mulino añadió que las relaciones entre ambos países deben basarse en el diálogo y el respeto mutuo, sin que esto implique menoscabar la soberanía de Panamá sobre su territorio.
— José Raúl Mulino (@JoseRaulMulino) January 20, 2025
La Historia de la Soberanía del Canal de Panamá
El Canal de Panamá, que fue inaugurado en 1914, fue administrado por Estados Unidos hasta su traspaso total a Panamá el 31 de diciembre de 1999. El proceso culminó con la firma de los Tratados Torrijos-Carter de 1977, acuerdos históricos entre los presidentes de Panamá y Estados Unidos, Omar Torrijos y Jimmy Carter, respectivamente. Estos tratados marcaron un hito en la historia de Panamá, poniendo fin a más de 80 años de control estadounidense sobre la vía.
El traspaso del Canal ha sido considerado como una de las mayores conquistas de la soberanía panameña, pues representó la recuperación de un recurso vital para el país y una reivindicación histórica frente al control colonial estadounidense. De hecho, 61 años antes, en 1964, se produjo un enfrentamiento entre estudiantes panameños y tropas estadounidenses, un evento que dejó decenas de muertos y simbolizó el deseo de Panamá de recuperar su soberanía sobre el Canal.
Protestas en Panamá y Resistencia Popular
Las afirmaciones de Trump también han generado una fuerte reacción en las calles de Panamá. Diversos sindicatos, en especial los vinculados al sector del Canal, se manifestaron frente a la residencia de la embajadora estadounidense en Panamá, donde quemaron banderas de Estados Unidos en señal de rechazo. El líder sindical Saúl Méndez subrayó que «lo que está en Panamá es de los panameños», haciendo hincapié en que ni Estados Unidos ni su ejército tienen ningún derecho sobre el territorio panameño.
El Canal como Símbolo de Autodeterminación
La lucha por la soberanía del Canal es una cuestión profundamente enraizada en la historia de Panamá. La recuperación del Canal en 1999 simbolizó no solo una victoria política, sino un acto de autodeterminación que reflejó el deseo de los panameños de gestionar sus propios recursos y decisiones. Este hito fue el resultado de un largo proceso de negociación y resistencia que incluyó la lucha de los pueblos indígenas y las manifestaciones populares contra la presencia estadounidense.
El exmandatario panameño Arístides Royo, quien participó activamente en las negociaciones de los Tratados Torrijos-Carter, recordó que el acuerdo de 1977, junto con el protocolo de neutralidad permanente firmado por ambos países, establece de manera clara que el Canal es un bien soberano de Panamá, y cualquier intento de cambiar su administración es contrario al derecho internacional y a la voluntad del pueblo panameño.