CDMX a 18 de septiembre, 2024.- En un nuevo frente político, el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI) han anunciado que votarán en contra de la reforma propuesta por Morena para incorporar la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Esta propuesta, impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, busca consolidar la participación del Ejército en tareas de seguridad pública, pero ha generado fuertes críticas por parte de la oposición.
Rubén Moreira, coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, y Noemí Luna, su homóloga del PAN, aseguraron que sus respectivas bancadas rechazan la reforma, argumentando que militarizar la seguridad pública es un retroceso y una amenaza para la democracia. Moreira señaló que la Guardia Nacional no debería estar bajo el control del Ejército y que la reforma impulsada por Morena “genera una Guardia Nacional dentro del Ejército, pero también desmantela la institución castrense”.
Durante una entrevista con Azucena Uresti, Moreira destacó que se necesita más tiempo para analizar la propuesta antes de llevarla a discusión en el Congreso. Además, subrayó la importancia de esperar a que Claudia Sheinbaum, la presidenta electa, presente su propio modelo de seguridad y defensa nacional para el nuevo sexenio. “La nueva presidenta merece presentarnos su plan antes de tomar decisiones tan importantes”, afirmó.
Por su parte, Noemí Luna, del PAN, fue aún más contundente en su rechazo. Señaló que sólo las dictaduras optan por militarizar a sus países, y que lo que México realmente necesita es una policía civil eficaz, no una Guardia Nacional controlada por el Ejército. «Lo que necesita México para lograr su pacificación es una policía civil, no una Guardia Nacional militarizada», afirmó Luna, haciendo eco de los temores de que esta reforma acerque al país a un modelo autoritario.
Rubén Moreira también criticó el hecho de que Morena pueda utilizar su mayoría en el Congreso para aprobar la reforma, pero advirtió que “la historia será la que determine quién tenía la razón”. Según el legislador priista, aunque Morena pueda imponerse en la votación, las consecuencias de sus decisiones serán evaluadas por la ciudadanía y la historia.
Ambos coordinadores coincidieron en que la propuesta de reforma no responde a las verdaderas necesidades de México en términos de seguridad pública, y enfatizaron que se debe apostar por una estrategia basada en la profesionalización de las policías civiles y en el respeto a los derechos humanos.
La reforma a la Guardia Nacional ha sido uno de los puntos más polémicos de la agenda legislativa impulsada por López Obrador y su partido, Morena. El presidente ha defendido la necesidad de fortalecer a la Guardia Nacional integrándola en la Sedena para garantizar su permanencia y eficacia en la lucha contra el crimen organizado. Sin embargo, la oposición teme que este movimiento profundice la militarización del país, debilitando las instituciones civiles y contraviniendo los principios democráticos.