PAN denuncia atropello en el Congreso por reformas a adquisiciones y obra pública

Por Bruno Cortés

 

En los pasillos del Congreso Mexicano se vive un intenso conflicto entre los diputados del PAN y la Comisión de Transparencia y Anticorrupción, presidida por Ricardo Mejía Berdeja del PT. Los panistas Héctor Saúl Téllez Hernández y Éctor Jaime Ramírez Barba están levantando la voz por lo que consideran una violación al proceso legislativo. La razón: la convocatoria a una reunión extraordinaria para dictaminar reformas clave en materia de adquisiciones y obra pública enviadas por la presidenta Claudia Sheinbaum, sin los debidos procesos previos y con graves omisiones en el procedimiento.

Los diputados del PAN señalan que la urgencia con la que se pretende aprobar este dictamen es sospechosa, ya que el documento no ha sido revisado adecuadamente por la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, un paso que, según ellos, es obligatorio para la aprobación de reformas de este tipo. Téllez Hernández asegura que el dictamen en materia de adquisiciones no tiene la opinión de dicha Comisión, lo que, para él, es un grave error en el proceso. “Estamos hablando de reformas que incluyen nuevas formas de contratación gubernamental, lo cual puede aumentar la opacidad y favorecer la corrupción”, afirma el legislador.

Las reformas en cuestión plantean cambios importantes a la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público y a la Ley de Obras Públicas. Algunas de las nuevas figuras que se incluyen, como la licitación con estrategia de negociación o el contrato marco, han sido criticadas por los panistas por abrir la puerta a más discrecionalidad en las contrataciones del gobierno. Según Téllez Hernández, estas reformas favorecen el amiguismo y el favoritismo, ya que se permite una mayor discrecionalidad en las decisiones de contratación, lo que podría derivar en un aumento de la corrupción.

El diputado también recordó que ya se ha dado un antecedente grave en el pasado, con la aprobación de la ley que extinguió al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), donde también se obvió la opinión de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública. En este caso, se presentó una opinión personal de la presidenta de la Comisión, pero no la postura oficial del órgano, lo que para el PAN fue otro error en el proceso legislativo.

La situación ha llegado a un punto de tensión tal que el PAN anunció que solicitará la remoción del diputado Ricardo Mejía Berdeja como presidente de la Comisión de Transparencia y Anticorrupción, por su actitud censuradora y autoritaria hacia los diputados de la oposición. “Es el sepulturero designado de la transparencia y la lucha contra la corrupción”, señaló Téllez Hernández, quien aseguró que no permitirán que temas tan importantes sean aprobados de manera atropellada y sin los procesos adecuados.

Por su parte, Éctor Jaime Ramírez Barba criticó la convocatoria a una sesión extraordinaria sin que estuvieran listos los dictámenes o la opinión de la Comisión de Presupuesto, algo que considera una falta de seriedad. Explicó que la reforma a la Ley de Adquisiciones fue enviada con tres versiones diferentes en solo unos días, lo que, según él, demuestra la desorganización y la falta de claridad en el proceso. “El PT quiere bloquear el trabajo de la presidenta Sheinbaum, y estas violaciones son obvias”, señaló Ramírez Barba.

El conflicto entre el PAN y la Comisión de Transparencia y Anticorrupción refleja las tensiones políticas que se viven en el Congreso y pone en evidencia las diferencias sobre cómo deben llevarse a cabo las reformas en el país. Mientras algunos insisten en acelerar los cambios para mejorar la gestión pública, otros advierten que hacerlo sin un proceso legislativo claro y respetuoso solo llevará a más opacidad y corrupción.

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