Por Bruno Cortés
La situación política sigue siendo tensa en el Congreso Mexicano, sobre todo cuando se trata de casos que involucran a figuras públicas en situaciones complicadas. El diputado Germán Martínez Cázares, del PAN, alzó la voz nuevamente para cuestionar los constantes aplazamientos en la sesión de la Sección Instructora que debía analizar la declaración de procedencia contra el diputado Cuauhtémoc Blanco Bravo, exfutbolista y actual gobernador de Morelos.
Martínez Cázares expresó su frustración tras la cancelación de la reunión programada para las 17:30 horas del día en curso, donde se esperaba conocer el dictamen sobre el caso. De acuerdo con el legislador panista, estos aplazamientos no son algo nuevo. Desde el día anterior, Martínez Cázares había anticipado que la sesión sería suspendida y señaló que este tipo de decisiones demuestran la constante protección de la impunidad que ha rodeado al caso.
“Están arrastrando los pies, seguimos en lo mismo”, afirmó el diputado, quien no ocultó su indignación ante lo que considera una falta de voluntad para tratar el caso de manera seria y urgente. En sus palabras, el asunto no debería retrasarse más, y el proceso debe comenzar con una premisa fundamental: creer en la víctima.
El caso que se discute está relacionado con una denuncia de naturaleza sexual, y Martínez Cázares subrayó que la justicia debe enfocarse en escuchar a la víctima y darle la seriedad que merece. «No quieren empezar por ahí, nadie habla de la víctima, salvo yo. Nadie se pone en los zapatos de la víctima, y estas denuncias deben verse así», comentó, destacando la importancia de que los legisladores asuman su responsabilidad y actúen conforme a las pruebas y no sigan buscando “arreglitos” fuera de la Sección Instructora.
El diputado panista también hizo un fuerte cuestionamiento a la gestión de la justicia en el gobierno actual. «¿Ésta es la justicia del bienestar que van a ofrecer los de Morena con los nuevos jueces? ¿Andar aplazando, desoyendo y ninguneando a la víctima de un delito de naturaleza sexual?», señaló con un tono desafiante. La insistencia de Martínez Cázares es clara: que el caso se resuelva, empezando por la declaración de la víctima, sin más dilaciones.
Martínez Cázares también criticó lo que considera una actitud «inadmisible» por parte de la Sección Instructora, al continuar con los aplazamientos que, según él, han dilatado el proceso durante días, semanas y hasta meses sin una resolución. Para él, esta actitud de “arrastrar los pies” es una clara muestra de que no se está tomando en serio la responsabilidad de juzgar el caso con la seriedad que se requiere.
Este tema no solo tiene repercusiones dentro del ámbito legislativo, sino que también refleja la tensión política existente entre las distintas fuerzas dentro del Congreso. Por un lado, el PAN presiona para que se actúe con rapidez, mientras que, por otro lado, se observa una estrategia de dilación que podría tener implicaciones tanto legales como políticas para quienes están involucrados.