Guerrero a 9 de abril, 2024.- En un acto de protesta que ha capturado la atención nacional, presuntos estudiantes de la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos, conocida como Ayotzinapa, han incendiado parte del Palacio de Gobierno de Guerrero en Chilpancingo. Esta manifestación, llevada a cabo el lunes 8 de abril, busca exigir justicia por la muerte de Yanqui Kothan Gómez Peralta, un joven estudiante cuya vida fue trágicamente truncada el 7 de marzo de 2024 durante un encuentro con la policía de Guerrero.
Desde tempranas horas, los manifestantes se congregaron en las inmediaciones del Palacio de Gobierno, iniciando la quema de vehículos antes de irrumpir en el recinto y provocar incendios en las alas Montaña y Tierra Caliente del edificio, así como en otros vehículos dentro del complejo. Afortunadamente, no se han reportado heridos como resultado de estos actos.
Yanqui Kothan Gómez Peralta, de 23 años, es recordado por sus compañeros y la comunidad educativa como un estudiante comprometido de Ayotzinapa, cuya muerte ha generado una ola de protestas que han resonado desde la Fiscalía de Guerrero hasta las puertas del Palacio Nacional en Ciudad de México.
El Gobierno de Guerrero, a través de la Secretaría General de Gobierno, ha emitido un comunicado lamentando las acciones violentas y reiterando su compromiso con el diálogo y la transparencia. Se ha aclarado que, tras la renuncia de Ludwig Marcial Reynoso Núñez, no existe vínculo alguno con él en relación con el caso de Yanqui Kothan. Asimismo, se ha informado sobre la designación de Francisco Rodríguez Cisneros como subsecretario de Desarrollo Político y Social, en un esfuerzo por mantener abiertos los canales de diálogo con los grupos sociales.
El Gobierno del Estado ha subrayado su disposición al esclarecimiento de los hechos y ha hecho un llamado a que las demandas se expongan de manera pacífica, a través de los canales oficiales, promoviendo el entendimiento y el diálogo como vías para la resolución de conflictos.
Este evento destaca la persistente demanda de justicia y el descontento de la comunidad estudiantil de Ayotzinapa, quienes continúan luchando por la memoria de sus compañeros y por un cambio significativo en el tratamiento de los derechos humanos y la justicia en México.