Por Bruno Cortés
La diputada Dolores Padierna Luna, de Morena, no ocultó su satisfacción al confirmar que la reforma judicial, una de las propuestas más controvertidas del gobierno actual, finalmente será una realidad. Según anunció la legisladora, el próximo 1 de junio de 2025, por primera vez en la historia de México, las y los ciudadanos podrán elegir mediante voto libre, secreto y universal a los jueces, magistrados y ministros encargados de impartir justicia en el país.
«Hoy estamos de fiesta», dijo Padierna en un comunicado, celebrando que la reforma haya pasado y que, a partir de su implementación, los mexicanos podrán tomar decisiones clave sobre el Poder Judicial, en lugar de dejar ese poder en manos de una “élite” o una “aristocracia judicial” que, según ella, durante años ha intentado decidir el destino del país. “Es por eso que celebramos que la República democrática, del pueblo de México, se haya sobrepuesto a ese selecto grupo de siete ministros”, señaló, haciendo referencia a los magistrados de la Suprema Corte que han sido vistos como un obstáculo para los cambios propuestos.
La diputada recordó que durante décadas, el Poder Judicial fue testigo de privilegios y corrupción, con jueces y magistrados disfrutando de sueldos y beneficios que estaban muy por encima de lo que marcaba la ley. En este sentido, resaltó que la reforma tiene como objetivo principal erradicar estos vicios, dando paso a una verdadera democracia judicial. “Queremos que el pueblo elija a los mejores perfiles para ser jueces y magistrados, no que sea un grupo selecto el que decida”, comentó.
Padierna también destacó que uno de los grandes logros de la reforma será la eliminación de los privilegios en el Poder Judicial. En su comunicado, reveló cifras alarmantes: más de 2,000 trabajadores del Poder Judicial, incluyendo jueces y magistrados, ganaban salarios más altos que la presidenta de la República, algo que está prohibido por la ley. «Y los ministros de la Suprema Corte perciben salarios mensuales de hasta 739 mil pesos», señaló, lo cual consideró un despropósito, sobre todo cuando en el país existen tantas necesidades.
Otro de los objetivos que la diputada destacó fue la mejora en la impartición de justicia. Según Padierna, el sistema actual está plagado de demoras y retrasos, lo que genera un sistema de “injusticia” donde las personas tienen que esperar años para que se resuelvan sus casos. “Tenemos presos que llevan más tiempo esperando una sentencia que el tiempo que ya han pasado encarcelados, y eso no puede seguir así”, dijo. Además, la reforma incluiría la creación de órganos administrativos y disciplinarios independientes, para evitar que la misma Suprema Corte audite y revise su propio trabajo.
Un dato importante que compartió la legisladora es que casi el 50% de jueces y magistrados del país tienen a familiares directos trabajando en el mismo Poder Judicial, lo cual genera conflictos de interés y favorece el nepotismo. También hizo referencia a una encuesta que revela que el 84% de la sociedad mexicana considera que hay corrupción en el Poder Judicial, lo que refuerza la necesidad de una reforma. Según Padierna, el 85% de los mexicanos está a favor de los cambios propuestos, lo que demuestra el amplio apoyo social que tiene esta iniciativa.
La diputada hizo hincapié en la impunidad que existe en México, señalando que hasta el 95% de los delitos quedan impunes debido a la desconfianza que genera el sistema judicial. “La gente no cree en la justicia cuando ve que los más poderosos siempre salen bien librados, como los empresarios que han recibido condonaciones fiscales millonarias, mientras los más pobres siguen esperando justicia”, aseguró.
Finalmente, Padierna no dejó pasar la oportunidad para criticar las decisiones recientes del Poder Judicial, como el hecho de que la Suprema Corte haya echado abajo reformas clave para el país, como la Ley de la Industria Eléctrica, que fue revocada en 2022 a solicitud de una empresa extranjera. Según la diputada, decisiones como estas demuestran que el Poder Judicial, en ocasiones, ha estado más al servicio de los intereses privados que al de la nación.