El oso negro (Ursus americanus), con lesión medular por arma de fuego, que arrastraba sus extremidades traseras para desplazarse en Ciénega de González, en el municipio de Santiago Nuevo León, ya se encuentra en instalaciones de la Fundación Invictus en Pachuca, Hidalgo, para recibir atención médica de primer nivel.
En un primer momento, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), llevó al ejemplar de apenas siete meses de nacido, a la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), donde le realizaron los primeros exámenes físicos, toma de muestras de sangre y heces, así como Rayos X.
El traslado del osezno de la UANL a Pachuca se realizó el jueves pasado vía terrestre, en un tiempo aproximado de 26 horas.
Ahora en la Fundación Invictus, los médicos veterinarios y expertos en múltiples disciplinas, tratarán de extraer la bala que tiene alojada el ejemplar en el tórax y comenzar con su tratamiento y rehabilitación.
La esperanza es que el pequeño oso pueda recuperar la función en sus extremidades traseras, con el fin de que pueda hacer una vida normal, ya sea de regreso a su hábitat natural o en un santuario.