Enclavado en la región central de las Altas Montañas de Veracruz, rodeada por ríos de agua cristalina que se pasean por los caminos de la ciudad y con un majestuoso vigilante como lo es el volcán Citlaltépetl, el Pueblo Mágico de Orizaba aguarda fielmente para mostrarte su riqueza histórica y cultural legado de la fusión de raíces prehispánicas como las totonacas, toltecas, tlaxcaltecas y mexicas con las nuevas costumbres coloniales.
Su ubicación privilegiada entre el Puerto de Veracruz y la Ciudad de México convirtió a Orizaba en uno de los pueblos más relevantes durante el Virreinato pues era un importante eslabón en las rutas comerciales de la época.
Por el origen de su nombre en náhuatl, Ahuilizapan es conocida como la “Ciudad de las Aguas Alegres”, la mejor época para visitarlo es de febrero a noviembre cuando su clima es caluroso haciéndolo la cuna ideal de uno de los mejores granos cafetaleros del país, además de múltiples platillos como el chileatole, picadas o tripas de leche, delicias gastronómicas que no puedes perderte.
¿Qué hacer en Orizaba Pueblo Mágico?
Adéntrate en las calles de esta ciudad que alguna vez recorrió Hernán Cortés después de su primera visita a Tenochtitlán. Explora la zona de monumentos históricos como su Palacio Municipal, el Teatro Ignacio de la Llave, la Catedral de San Miguel Arcángel –digna representante del estilo jónico– o las casas de ciudadanos ilustres como Benito Juárez García o Francisco I. Madero.
Con un patrimonio arquitectónico digno de postal, diversidad cultural llena de tradiciones y gastronomía, Orizaba te está esperando para darte la bienvenida.
Pico de Orizaba, la montaña más alta de México
Cuenta la leyenda que el dios Quetzalcóatl subió un día por las faldas de este volcán buscando el camino hacia la eternidad. Al llegar al cráter, el fuego calcinó su cuerpo y su alma tomando forma de quetzal. Las cenizas que quedaron flotando en el aire, cubrieron al sol durante cuatro días y solo entonces fue que la majestuosa ave voló develando su plumaje tan brillante que parecía una estrella en el firmamento. Desde entonces, se le llamó Citlaltépetl (Cerro de la Estrella).
Este volcán, a 77 kilómetros de la ciudad de Orizaba, es visita obligada. Sus blancos paisajes y riqueza natural, hipnotizan a los amantes de la aventura. Una de las mejores épocas del año para visitarlo es en otoño e invierno, cuando desde la falda de esta montaña se puede observar a la estrella Venus surcar el cielo para colocarse justo arriba del cráter, como una mística reminiscencia a la leyenda.
La mejor vista se encuentra en la cima de la montaña
Hay quienes se han impuesto el reto de escalarlo hasta el último centímetro de los seis mil metros de altura que tiene, pues es de gran orgullo presumir que llegaste a la cima del volcán más alto de México y el tercero más alto en Norteamérica. Son estos alpinistas experimentados quienes pueden conocer el glaciar de Jamapa, único glaciar que queda intacto.
Para los principiantes o con menos condición, el Parque Nacional Pico de Orizaba también tiene opciones como el senderismo de media montaña, ciclismo de montaña o caminatas para tomar fotografías de su flora (pinos, abetos y encinas), fauna (coyotes, liebres, comadrejas, venados, pumas, topos, conejos) y paisajes que incluyen ríos de aguas cristalinas e impresionantes cañones.
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