Por Bruno Cortés
En un nuevo capítulo del debate sobre el uso de los recursos públicos, los partidos de oposición, junto con algunos aliados del oficialismo, se han unido para presionar a Morena y exigir que el apoyo millonario destinado al Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) en el Paquete de Egresos 2025 sea cancelado. La propuesta ha generado una gran polémica y se ha convertido en un tema central en el Congreso mexicano.
La bancada del Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido del Trabajo (PT) insisten en que los 52 mil 452 millones de pesos previstos para el Fobaproa se destinen a temas más urgentes, como la salud pública, que sigue enfrentando serias carencias. En un argumento que busca conectar con la autodenominada agenda humanista de Morena, los opositores sugieren que el dinero que se destina cada año al pago de la deuda del Fobaproa podría utilizarse para atender las necesidades más inmediatas de la población.
La deuda del Fobaproa fue creada por el expresidente Carlos Salinas de Gortari, con el fin de rescatar a los bancos en la crisis económica de 1994. Desde entonces, el gobierno mexicano ha estado pagando una deuda que, según algunos críticos, ha sido extremadamente costosa para el erario público. La deuda original ascendía a 552 mil millones de pesos, pero después de 24 años de pagos, ya se han desembolsado más de 1.3 billones de pesos solo en intereses.
Rubén Moreira Valdez, diputado del PRI, ha apoyado la propuesta de las otras bancadas y ha adelantado que presentará una moción suspensiva para discutir este tema antes de entrar al análisis del Presupuesto de Egresos de la Federación 2025. “Tenemos 50 mil millones de pesos por año que podrían destinarse a salud, a las carreteras… No traicionemos a nuestros electores, quitemos ya el Fobaproa, está de acuerdo el PAN, está de acuerdo el PT. Va a ser un exitazo porque vamos a tener dinero”, declaró Moreira en su programa «Con peras, manzanas y naranjas».
La iniciativa del PT también ha tomado fuerza. Reginaldo Sandoval Flores, coordinador de este grupo parlamentario, presentó una propuesta para eliminar los pagos al Fobaproa, argumentando que ya no es justo que el pueblo mexicano siga cargando con esa pesada losa, sobre todo cuando los recursos públicos son cada vez más escasos para atender las necesidades del país.
Magdalena Núñez Monreal, diputada del PT, fue aún más contundente al señalar que, de haberse destinado los recursos pagados en intereses del Fobaproa a otros sectores, como educación, salud, infraestructura y programas sociales, el panorama de México sería completamente diferente.
Por su parte, Héctor Saúl Téllez, vicecoordinador económico del PAN, coincidió con la propuesta y subrayó que los 52 mil millones de pesos que se destinan al Fobaproa podrían ser reasignados a rubros clave como salud, educación y seguridad, áreas que, según él, necesitan con urgencia más recursos.
Este debate sobre el destino de los recursos públicos ha puesto de manifiesto las tensiones entre las diferentes fuerzas políticas, pero también refleja un reclamo generalizado sobre la opacidad y la ineficiencia en el manejo del dinero público. Mientras algunos sectores ven en el pago al Fobaproa un compromiso económico que debe cumplirse, otros sostienen que es hora de priorizar las necesidades más inmediatas de los ciudadanos.
El futuro del Fobaproa y el destino de esos 52 mil millones de pesos serán temas de discusión en las próximas semanas en el Congreso. Será interesante ver si, finalmente, los opositores y algunos miembros del oficialismo logran imponer su postura y reorientar estos recursos hacia áreas que, aseguran, impactarán de forma directa en el bienestar de los mexicanos.