Acapulco a 4 de abril, 2024.- Cinco meses después de que el huracán Otis azotara las costas de Acapulco, Guerrero, las secuelas humanitarias persisten, especialmente entre los más vulnerables: niños, adolescentes y sus familias. Según un informe reciente del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la ciudad aún enfrenta retos significativos en áreas críticas como educación, salud, nutrición y protección infantil, exacerbando la vulnerabilidad de sus habitantes más jóvenes.
El equipo de UNICEF, desplegado en Acapulco desde octubre de 2023, ha sido testigo de condiciones que amenazan la integridad y el bienestar de la infancia y adolescencia. Aunque el 95.8% de las escuelas han retomado clases, más de 917 instituciones educativas carecen de infraestructura básica, desde muros perimetrales hasta materiales didácticos y uniformes, lo que subraya la necesidad de un enfoque centrado en el aprendizaje y el apoyo psicosocial para los estudiantes afectados.
Acompañando los desafíos educativos, la salud pública se ve amenazada por una creciente tasa de infección por dengue, con Guerrero liderando el indicador nacional con 2,071 casos. La situación es particularmente crítica en Acapulco, donde las intervenciones preventivas y de respuesta han sido insuficientes. La unidad médica móvil de UNICEF también ha reportado casos de desnutrición entre los niños, un reflejo de las necesidades nutricionales no atendidas en la zona.
Además, el huracán ha exacerbado la violencia de género en la región, con el Instituto de la Mujer en Acapulco reportando un incremento del 48% en los casos de violencia contra las mujeres. Esta tendencia al alza de violencia afecta no solo a las mujeres sino también a niñas y niños, particularmente en las 13 colonias más afectadas por el desastre, ubicadas en las periferias de la ciudad.
La magnitud del desafío es enorme, con estimaciones que indican que 852,622 personas viven en las áreas afectadas por Otis, incluyendo a 251,207 niños. Aunque 145 hospitales están en operación, la infraestructura de salud enfrenta el desafío de satisfacer las necesidades crecientes de la población afectada.
Este informe de UNICEF subraya la importancia de implementar programas destinados a prevenir la violencia contra los niños y reforzar la protección infantil, especialmente en áreas marcadas por problemas de seguridad preexistentes, donde los desastres naturales como Otis solo sirven para intensificar los riesgos.
A medida que Acapulco lucha por recuperarse de las secuelas del huracán, el llamado a la acción por parte de UNICEF resalta la necesidad urgente de atención concentrada y sostenida en las vulnerabilidades exacerbadas por el desastre, con un enfoque en salvaguardar el futuro de los niños y jóvenes de la ciudad.