Una serie de hechos violentos azotó esta semana los estados mexicanos que se encuentran cerca de la frontera del país con EE.UU. y dejó varias víctimas. Entre los estados afectados por la ola de violencia se encuentran Jalisco, Guanajuato, Chihuahua y Baja California.
Al principio, unos enfrentamientos e incidentes violentos, marcados por bloqueos de vías carreteras y el incendio de vehículos y establecimientos comerciales, se registraron la noche del martes en los estados de Jalisco y Guanajuato. Según las autoridades, los hechos, que tuvieron lugar en seis localidades de Guanajuato (Silao, Irapuato, Salamanca, Celaya, León y Guanajuato capital) y dos municipios del vecino Jalisco (Ixtlahuacán del Río y Zapopan), acabaron con la detención de 16 personas.
En cuanto a las causas, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, afirmó que los hechos violentos registrados fueron consecuencia de «un encuentro, una reunión de dos bandas [criminales]». Según sus palabras, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y los cuerpos policiales de Jalisco y Guanajuato intervinieron y la situación derivó en «un enfrentamiento».
Mientras tanto, medios locales reportaron que la reunión fue entre dos presuntos cabecillas del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG): Ricardo Ruiz, alias ‘el RR’, y Gerardo González, ‘el Apá’.
«Represalia» en Ciudad Juárez
Días después, el pasado 11 de agosto, se registró un conflicto en Ciudad Juárez, Chihuahua, que dejó un saldo de 11 muertos.
La Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SSPC) señaló que todo empezó con una pelea entre dos bandas criminales, Los Chapos y Los Mexicles, en el interior de la cárcel Cereso Estatal 3 de Ciudad Juárez. Luego, el grupo de Los Mexicles ordenó acciones de disturbios y agresiones contra la población civil de Ciudad Juárez.
Como consecuencia, 6 integrantes de Los Mexicles involucrados en los ataques contra la población civil fueron detenidos.
Comentando los hechos, el presidente de México los calificó como inéditos. «Es algo que no se había presentado y ojalá no se repita, porque se agredió a la población civil, inocente, como una especie de represalia. No fue solo el enfrentamiento entre dos grupos, sino que llegó el momento en que empezaron a disparar a civiles. Esto es lo más lamentable», dijo el mandatario mexicano este viernes.
La magnitud de este enfrentamiento provocó que la liga mexicana de fútbol de primera división suspendiera el partido entre los Bravos de Ciudad Juárez y los Tuzos de Pachuca.
Baja California
Otra serie de ataques tuvo lugar este viernes en los municipios de Tijuana, Mexicali y Ensenada, del estado de Baja California, donde personas armadas prendieron fuego a unidades de transporte público. Según testigos, grupos de sujetos armados obligaban bajo amenaza a los conductores a bajar de los vehículos junto con los pasajeros, para luego arrojar gasolina e incendiar el medio de transporte.
Por su parte, la gobernadora del estado de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olvera, condenó los ataques e hizo saber que ya hay detenidos entre los «responsables de los hechos acontecidos», sin brindar más detalles al respecto. «Es importante mantener la calma, los mantendremos informados», escribió Ávila Olvera.
Posteriormente, se divulgó un mensaje, supuestamente escrito por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que anunciaba que se impondrá un toque de queda en Baja California. De acuerdo con el comunicado de los presuntos integrantes del grupo armado, el toque de queda está en vigor a partir de la noche del viernes hasta las 03:00 de la madrugada del domingo.
Indicaron que quieren lograr con esta medida que el gobierno libere a sus integrantes.
Mientras tanto, el Consulado General de EE.UU. en Tijuana comunicó este viernes que se instruyó a los empleados estatales estadounidenses para «que se mantengan resguardados en donde se encuentren hasta nuevo aviso». En ese contexto, se ordenó, entre otras medidas, evitar el área azotada por la violencia y buscar resguardo seguro.
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