Ciudad de México, 18 de diciembre de 2023 – La Guardia Nacional, pese a estar conceptualizada como una corporación de carácter civil en la Constitución, ha evolucionado predominantemente como una institución militar, según un estudio reciente de la Dirección General de Difusión y Publicaciones del Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República (IBD). El análisis, titulado “Elementos para la evaluación de la Guardia Nacional” y elaborado por César Alejandro Giles Navarro, destaca que ocho de cada diez miembros de la Guardia provienen de las Fuerzas Armadas (SEDENA y SEMAR).
El estudio subraya la alta aprobación social de la Guardia Nacional, con un 73.5% de la población considerando efectivo su desempeño. Desde su creación, la Guardia ha incrementado su presencia en todo el territorio nacional, con mayor concentración en estados como México, Ciudad de México, Guanajuato, Jalisco y Michoacán, mientras que Yucatán, Tlaxcala y Colima recibieron el menor número de elementos entre 2019 y 2022.
Sin embargo, el informe también señala serias preocupaciones. A pesar de que la Constitución estipula que la Guardia Nacional debe ser una institución profesional, solo cuatro de cada diez efectivos poseen el Certificado Único Policial, un documento esencial que valida las habilidades y conocimientos necesarios para el desempeño de sus funciones. Además, la Guardia Nacional se ha posicionado como una de las instituciones más señaladas por presuntas violaciones a los derechos humanos ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
El estudio resalta la necesidad de atender estas problemáticas y sugiere el uso de mecanismos de control parlamentario, como prevé la Constitución, para supervisar y corregir estas inconsistencias.
La investigación completa está disponible en la biblioteca digital del IBD, proporcionando una visión integral de los retos y logros de la Guardia Nacional en sus primeros años de operación.