Los números alarmantes muestran un preocupante aumento en la economía informal en estas regiones, con Oaxaca liderando la lista con un incremento del 11.9%. Zacatecas le siguió de cerca con un aumento del 9.3%, mientras que Durango registró un incremento del 7.1%. Estos datos, si bien son fríos en cifras, reflejan una realidad compleja que podría tener consecuencias significativas para el bienestar económico de la población en estas entidades.
La economía informal, caracterizada por la falta de regulación y seguridad laboral, plantea desafíos importantes para los trabajadores y para la estabilidad económica en general. La falta de acceso a beneficios laborales y la ausencia de protección social son aspectos preocupantes asociados con la informalidad, y estos datos subrayan la necesidad de abordar esta problemática de manera integral.
Ante este panorama, es esencial que las autoridades y los actores relevantes en Oaxaca, Zacatecas y Durango trabajen en conjunto para implementar medidas que fomenten la formalización del empleo y brinden oportunidades para el crecimiento económico sostenible. La promoción de políticas que incentiven la creación de empleo formal y la mejora de las condiciones laborales será crucial para avanzar hacia una economía más equitativa y resistente a largo plazo.