Ciudad de México, 31 de octubre del 2023.- El primer día de la nueva dinámica de la Línea 1 del Metro dejó a muchos usuarios confundidos y desesperados, al no encontrar la información clara y necesaria para adaptarse a los cambios. El traslado de Pantitlán a Observatorio, que tendrá una duración de 10 días, presentó varias complicaciones en sus primeras horas de operación.
Las prisas y el llanto de algunas pasajeras por la pérdida de tiempo en los transbordos entre los camiones de la RTP y las dos estaciones fueron escenas que marcaban la mañana. Aquellos que partían de Pantitlán tuvieron que descender en Isabel la Católica para luego tomar un autobús que los llevaría a Balderas. Una vez allí, debían retomar el Metro para continuar hacia Observatorio.
Se espera que en esta primera etapa, la línea funcione desde Pantitlán hasta Isabel la Católica, que será exclusivamente una estación de descenso. Por otro lado, Salto del Agua permanecerá cerrada para facilitar el cambio de vías para los trenes, tanto nuevos como antiguos, que operarán entre Balderas y Observatorio. Las autoridades prometieron informar con antelación sobre futuros cierres.
«Es frustrante no contar con la información adecuada. Vengo de Tacubaya y nadie supo orientarme adecuadamente; perdí 45 minutos», se quejaba un usuario en Balderas. Este tipo de situaciones eran recurrentes y, peor aún, el personal con chaleco guinda parecía no tener las respuestas correctas y mostraba signos de impaciencia ante las constantes preguntas de la gente.
El caso de Teresa Álvarez es un ejemplo claro del caos vivido: con un niño y una maleta, Teresa perdió tiempo esperando un autobús que nunca llegó en Pantitlán. A pesar de que le indicaron diferentes rutas alternas, fue hasta su retorno que alguien le informó que podía abordar directamente el Metro.
A pesar de los inconvenientes, no todo fue negativo. Luzma opinó que el servicio, aunque recién iniciado, le parecía mejor en comparación con la Línea 9: «La Línea 9 estaba caótica con golpes y apretones. Hoy me movilicé más rápido, aunque hubo un retraso de ocho minutos en una estación».
Este nuevo sistema estará en funcionamiento durante diez días, tiempo en el cual se espera que tanto usuarios como autoridades se adapten y ofrezcan soluciones más efectivas y menos caóticas.