En medio de la intensa coyuntura política que atraviesa México, el periodista estadounidense Tim Golden ha vuelto a sacudir el panorama al revelar detalles explosivos sobre presuntos intentos de la DEA de incriminar al presidente Andrés Manuel López Obrador en asuntos vinculados al narcotráfico. En un reportaje publicado esta mañana por ProPublica, Golden presenta documentos confidenciales que sugieren una estrategia para levantar cargos contra el mandatario mexicano antes de las elecciones presidenciales de 2012.
Según Golden, los documentos obtenidos revelan que en 2010 la DEA inició una investigación contra López Obrador, señalándolo de recibir fondos ilícitos de una «poderosa mafia de droga». La agencia estadounidense supuestamente buscaba obtener evidencia de estos vínculos antes de las elecciones, con el objetivo de influir en el proceso electoral mexicano.
El reportero detalla que la estrategia contemplaba infiltrar la campaña de López Obrador con la ayuda de un operador convertido en informante, y posteriormente planearon un audaz ofrecimiento millonario a López Obrador mismo, a cambio de protección futura, aunque este último plan nunca se materializó.
Sin embargo, la investigación se vio abruptamente interrumpida a fines de 2011, cuando altos funcionarios del Departamento de Justicia, bajo críticas por el fracaso de operaciones anteriores en México como el caso «Rápido y Furioso», decidieron clausurar el caso.
El artículo de Golden destaca el impacto potencial que habría tenido la acusación formal contra López Obrador y su partido, el PRD, en las elecciones de 2012, subrayando que el objetivo principal de la DEA desde un principio fue el actual presidente mexicano.
A pesar de los intentos iniciales de la DEA, las acusaciones nunca se formalizaron y López Obrador logró presentarse como candidato presidencial, resultando en una de las elecciones más disputadas y debatidas en la historia reciente de México.
La publicación de este nuevo reportaje ha generado reacciones encontradas en el ámbito político mexicano, con figuras de la oposición exigiendo una investigación exhaustiva sobre las acusaciones, mientras que los partidarios de López Obrador denuncian una presunta campaña de desprestigio orquestada desde el extranjero.
Ante estas revelaciones, se espera una respuesta oficial por parte del gobierno mexicano y posibles repercusiones tanto a nivel nacional como internacional, en un contexto ya tenso por la creciente influencia de Estados Unidos en asuntos internos de México.
El impacto político de esta nueva controversia no solo podría afectar la percepción pública sobre López Obrador, sino también reconfigurar el escenario electoral de cara a los próximos comicios presidenciales en México.