Por Juan Pablo Ojeda
La tensión en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) está al rojo vivo. Norma Lucía Piña Hernández, la ministra presidenta del máximo tribunal, ha convocado a una reunión urgente con los demás ministros para discutir la posibilidad de ampliar el paro de labores que actualmente afecta a la Corte. Esta decisión se produce en medio de un creciente malestar por la reforma propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, que ha desatado una serie de protestas tanto dentro como fuera del recinto judicial.
El motivo detrás de esta reunión es el descontento que han mostrado los trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF). Desde el pasado martes 27 de agosto, los empleados de la Corte han comenzado a manifestarse en contra de la reforma, que según ellos, amenaza la independencia del Poder Judicial. La protesta, que inicialmente fue silenciosa, con cartulinas en los pasillos de la Corte, ha escalado a un nivel más visible. El martes, el personal bloqueó el paso a la Segunda Sala y, al día siguiente, la protesta se intensificó con consignas y mensajes en las oficinas, como la de la ministra Lenia Batres.
Este jueves, la situación alcanzó un punto crítico. Los trabajadores decidieron cerrar los accesos al recinto, permitiendo solo la entrada de los once ministros. Algunos llegaron a pie debido a la aglomeración de manifestantes, mientras que otros lograron acceder en sus vehículos. Durante su llegada, algunos ministros recibieron el apoyo de los manifestantes, que se han alineado con la postura de los trabajadores.
El paro y las protestas reflejan el clima de incertidumbre y preocupación en torno a la reforma del Poder Judicial que el gobierno federal impulsa. La ministra Piña Hernández y el resto del pleno de la SCJN están en medio de una situación delicada, con la responsabilidad de decidir si extienden el paro y cómo responden a las crecientes demandas de sus empleados y de los sectores críticos a la reforma.
La SCJN debe ahora decidir no solo sobre la extensión del paro, sino también sobre su postura oficial respecto a la reforma que está en el centro de este conflicto. La situación está evolucionando rápidamente, y las próximas decisiones de los ministros serán clave para determinar el futuro del Poder Judicial y el ambiente político en el país.