CDMX a 9 de septiembre, 2024.- Durante la reciente visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a Bacalar, Quintana Roo, un grupo de trabajadores del Poder Judicial aprovechó la oportunidad para manifestarse en contra de la reforma constitucional que propone cambios en la estructura del Poder Judicial de la Unión. La visita del presidente, acompañado de la presidenta electa Claudia Sheinbaum, tenía como objetivo supervisar las obras en la zona arqueológica de Ichkabal, pero fue recibida con pancartas y consignas de rechazo.
Los manifestantes expresaron su preocupación ante una reforma que, en su opinión, podría poner en riesgo la imparcialidad y profesionalismo de los jueces. «¡Si el pueblo se informa, no pasa la reforma! Necesitamos jueces imparciales de carrera judicial», rezaban algunas de las pancartas que portaban. Los trabajadores judiciales también dejaron en claro su postura sobre la elección de jueces y magistrados, oponiéndose a la idea de que sean designados por sorteo o mediante voto popular. «Quiero jueces y magistrados con carrera, NO por sorteo NI elegidos por voto popular», enfatizaban.
A pesar del contexto tenso, Claudia Sheinbaum, quien asumirá la presidencia en el próximo periodo, declaró que desconocía las razones exactas de la protesta, y sugirió la importancia de dialogar con los manifestantes para comprender sus demandas.
La reforma al Poder Judicial es un tema polémico que ha generado opiniones divididas en la sociedad mexicana. Mientras el gobierno argumenta que los cambios son necesarios para combatir la corrupción y mejorar el acceso a la justicia, los críticos señalan que la propuesta puede vulnerar la independencia judicial.
Con el Senado a punto de discutir la reforma en comisiones, la presión por parte de los trabajadores judiciales parece intensificarse, sobre todo en momentos clave como la visita del presidente a diferentes estados del país.