El Nevado de Toluca es un volcán considerado como “escudo”, se denominan porque se forman por corrientes de lava de baja viscosidad. Ubicado en el valle de Toluca, a unos 25 kilómetros de la capital del Estado de México, también es conocido como Xinantécatl, y en donde también se encontraron hace algunos años diversos asentamientos prehispánicos en la zona.
Aunque la otra forma de nombrarlo es Xinantécatl, han existido varias discusiones sobre su toponimia, ya que algunos arqueólogos aseguran es Chicnauhtécatl o la variante Chicnahuitécatl, tipografía descrita en el Códice Xólotl y donde se expresa al Nevado de Toluca como un cerro con nueve puntos. Cual sea el verdadero nombre para las culturas originarias, lo que se puede confirmar es que en la antigüedad era considerado como una montaña sagrada y un sitio en el que se realizaban rituales, ya que en sus lagunas y los alrededores de las mismas se han hecho descubrimientos arqueológicos incluyendo fibras vegetales, resinas, madera y cestería.
Ahora hablemos del Nevado de Toluca en tiempos más recientes. Fue decretado como Parque Nacional desde 1937 y dejó de serlo en 2013 para volverse un “Área de Protección de Flora y Fauna”, el cual reformó su estatus y abrió la posibilidad para que las comunidades participen en proyectos de aprovechamiento sustentable. El volcán se levanta en varios municipios del estado como Almoloya de Juárez, Amanalco de Becerra, Calimaya, Coatepec Harinas, Temascaltepec, Tenango del Valle, Texcaltitlán, Toluca, Villa Guerrero y Zinacantepec, además de ser considerada la cuarta montaña más alta del país.
¿Qué se debe saber sobre el Nevado de Toluca antes de ir a visitarlo? Lo primero y tal vez más importante es la altura, ya que la cordillera y su cima asciende hasta los 4,216 metros sobre el nivel del mar, por lo que se recomienda visitarlo en caso de no tener enfermedades que se agraven por la altura como las afecciones cardiacas. Al llegar hay dos formas de alcanzar la cima en un camino de terracería que te llevará por 10 kilómetros a la entrada: la primera es a pie, corriendo o ir en bicicleta de montaña, aunque debes saber que es un camino cuesta arriba; la segunda es rentar un lugar en las camionetas de los ejidatarios, los cuales rentan el servicio para un ascenso con nulo esfuerzo y caminar hasta las lagunas a pie.
El área protegida cuenta con 51 mil hectáreas de terreno, la cima se encuentra dividida en dos semi cráteres están ocupados por dos unas muy hermosas lagunas de aguas cristalinas, llamadas como “El Sol” y “La Luna”, de las cuales se han explorado con buceo y permiso. En la época prehispánica los cuerpos de agua fueron sede de cultos religiosos para las divinidades del agua, de los que se cuenta adoraban con sacrificios y cultos a las lagunas, depositando ofrendas de copa en vasijas de cerámica y de las que se pudieron rescatar para su estudio. ¡Las caminatas a su alrededor te dejarán mágicas postales!
Si quieres tomar fotografías para la memoria, sube a las cumbres más altas como El Fraile y El Pico del Águila, donde se contempla panoramas sin igual del valle de Toluca, y si vas en temporada invernal, podrás admirar la cima con un poco de nieve; si volteas al oriente y se encuentra despejado, a lo lejos se pueden ver los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl. Si gustas explorar un poco y correr o caminar, cuando se llega a la entrada en la cima, puedes tomar el camino que se encuentra del lado izquierdo, mismo que mide unos 4 o 5 kilómetros más que la escalada. ¡En este sendero las vistas no tienen igual!
Al bajar puedes optar por caminar o subirte a alguna camioneta de ejidatarios, aunque puedes considerar que ya es cuesta abajo y será un trayecto más sencillo. En el estacionamiento hay decenas de opciones para comer un antojito mexicano o agarrar calor, tomando un café de olla, un champurrado o disfrutar de una tradicional sopa de hongos o setas. ¿Te animas a una excursión en el Nevado de Toluca! ¡Un espacio natural que debes conocer!