CDMX A 16 de noviembre, 2022.- La realización de un concierto con bandas neonazis en Ciudad de México ha generado indignación entre los ciudadanos y que las autoridades pongan en ojo en estas organizaciones.
El evento El imperio contraataca contó con la presencia de cinco bandas que el pasado 29 de octubre se dieron cita en el Salón Pentatlón ubicado en la Colonia capitalina Santa María la Ribera, una de las más populares en Ciudad de México. Ahí, unas 300 personas, en su mayoría hombres con la cabeza a rapa y tatuajes de esvásticas corearon letras que hacían apología a las ideologías nazis y fascistas, reportó el diario El País.
El hecho fue condenado, en primer lugar, por la comunidad judía en México que manifestó su rechazo a cualquier expresión antisemita o «conducta que incite al odio y a la violencia, y atente contra las libertades esenciales de todos los seres humanos».
Al respecto, el Gobierno de Ciudad de México informó, por medio del secretario de Gobierno, Martí Batres que no permitirá «ningún tipo de concepción que pretenda el exterminio de otras personas».
A pesar de que el concierto clandestino ha puesto en el foco a estos grupos, lo cierto es que su existencia y presencia entre la sociedad mexicana no es un tema nuevo, pues, aunque en minorías, históricamente la ideología nazi y fascista ha tenido cabida en el país.
Daniel Kent, doctor en Historia del Pensamiento Político Contemporáneo por el King’s College de Londres y académico de la UNAM, señala que en las décadas de los años 40 y 50 cuando el Partido Nacional Socialista encontró cabida en México, especialmente en el estado de Puebla, a través de grupos anticomunistas y diversas alas del Yunque, un grupo de ideas de derecha y ultracatólico que apelaba a favor de las ideas hitlerianas.
«Si hablamos de fascismo hay otro tipo de genealogías porque hay mucha admiración por ejemplo por Franco, por el franquismo, e incluso hay muchos admiradores del fascismo italiano de Mussolini en Puebla, Monterrey, Querétaro», señaló el especialista.
Fue en estos tiempos cuando aparecieron en México figuras como Salvador Borrego, periodista, escritor y abierto defensor del nazismo y negacionista del holocausto judío. A él se puede sumar el reconocido y alabado intelectual mexicano, José Vasconcelos, el primer secretario de Educación Pública en el país y rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien, explica el experto, en los últimos años de su vida simpatizó con el franquismo español y algunos postulados de la ideología nazi, una afinidad quedó plasmada en la revista Timón, la cual se imprimió tan solo unos meses en la década de los 40.
De acuerdo con un trabajo de investigación de la UNAM, en Ciudad de México también se orquestaron publicaciones y eventos para difundir propaganda nazi desde el Partido Nacional Socialista que entre sus militantes estuvo el famoso general, político y empresario mexicano Juan Andreu Almazán, quien en 1940 buscó incluso ser presidente de México, operó a favor de Alemania para que este país consiguiera crudo en plena guerra. Según el archivo documental, los alemanes incluso planeaban un golpe de Estado para imponer a Juan Andreu como mandatario mexicano.
Pero el nazismo en México no es cosa del pasado. De acuerdo con información de la universidad, el principal partido opositor hoy en día es el Partido Acción Nacional (PAN) cuyo nombre se inspiró en en el de Action Française, un grupo de extrema derecha que se caracterizaba por ser antisemita, e impulsó la candidatura de Juan Andreu Almazán a la Presidencia.
Además, uno de los fundadores del partido blanquiazul fue Aquiles Elorduy, quien fue articulista en el rotativo la revista Reacción, en donde demostró su simpatía por el Tercer Reich. En la publicación había propaganda contra los judíos y se exaltaba la figura de Hitler, de acuerdo con información documental de la UNAM.
De acuerdo con Daniel Kent, las ideas nazis, fascistas y de ultraderecha han emergido también como una opción anticomunista.
«Siempre que la izquierda se fortalece y toma fuerza y presencia, suelen aparecer estos grupos de ultraderecha», sostuvo.
Según información recopilada por la UNAM, desde hace unos años, la tendencia neonazi ha tomado fuerza en Europa, en particular, señala, este fenómeno ha evolucionado de las protestas racistas y xenófobas organizadas en las calles hasta su filtración en los recintos parlamentarios donde cuentan con voz y voto en países como Grecia (Amanecer Dorado), Hungría (Movimiento por una Hungría Mejor), Eslovaquia (Kotleba-Partido Popular Nuestra Eslovaquia), Bulgaria (Unión Nacional Ataque), Chipre (Frente Popular Nacional) y Ucrania (Libertad y Sector de Derechas).
Sobre cómo y por qué estas oleadas podrían irrumpir en América Latina, Kent apunta que las ideas nazis tienen un sustrato de superioridad racial de la raza aria; sin embargo, dice, no queda queda claro si en el caso de México puede ser así, pues es un país mestizo.
«En Estados Unidos, por supuesto, existe una agenda de superioridad racial muy nutrida, pero en México no se entiende bien cómo pega y no creo que jale mucho (adeptos)», señaló. «Lo que sí está claro es que hay mucha gente en México que tiene arraigadas ciertas ideas de superioridad de ciertas razas, sí hay racismo muy fuerte en la sociedad».
De acuerdo con el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), «el racismo es el odio, rechazo o exclusión de una persona por su raza, color de piel, origen étnico o su lengua, que le impide el goce de sus derechos humanos. Es originado por un sentimiento irracional de superioridad de una persona sobre otra».
La Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis) 2017 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indica que en México el 20,2% de los ciudadanos de 18 años o más, se ha sentido discriminado por diversas causas, siendo la forma de vestir o el arreglo personal el principal motivo. Aunque la discriminación puede afectar a cualquier persona, hay grupos sociales que han sufrido este tipo de conductas histórica y sistemáticamente, como los pueblos y comunidades indígenas. En México, según la Enadis, se estima que 10 millones de personas son de población indígena, de los cuales casi la mitad (49.3%) perciben que sus derechos son poco o nada respetados.
El académico señala que, en el caso específico de los grupos neonazis en México, el tema racial podría quedar de lado; sin embargo, indica, el tema no se debe ni se puede trivializar, pues la presencia de estos grupos es un indicador de que hay quienes adoptan postulados ultraconservadores, patriarcales, violentos y xenófobos.
«Nos tendría que asustar un poco porque se están fortaleciendo un montón de grupos superconservadores en México de ultraderecha de todo tipo y esta es una muestra, de las más extrañas, pero que es parte de un fenómeno más amplio que tiene que ver con eso, con el surgimiento de la ultraderecha», explicó.
Sputnik solicitó una entrevista al Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de Ciudad de México (COPRED), dependencia que señaló, por medio de su canal de comunicación social, no tener registro alguno de grupos neonazis en la capital. Sin embargo, indicó que sí ha recibido denuncias sobre antisemitismo.