Miraba una y otra vez el rompecabezas que implica armar un estudio crítico y las anotaciones para este libro. Movía una pieza, para luego agitar otra y otra más. A veces parecía que la figura del rompecabezas adquiría sentido. Me retiraba, y quedaba viendo por horas lo escrito regado sobre esta mesa que está bajo las ramas del árbol que invento.
Me esforcé en hacer este trabajo que me llevó siente meses, di lo mejor de mí, y el éxito se lo debo a Marco Antonio Orozco Zuarth quien fue el editor, y a Rigoberto Nuricumbo Aguilar, Presidente de la Fundación Angél Albino Corzo.
Las ediciones originales de la obra del Genetral Ángel Albino Corzo no existen en ninguna biblioteca de Chiapas, así como como la Biblioteca Nacional y otras de importancia. Qué triste, pero así es de paradójica la historia. Así que la puse en circulación nuevamente, y lo maravilloso es que lo presento en forma facsimilar (reproducciones fieles al original), con otros textos relevantes y un estudio que realicé con harto cariño. El lector no sólo conocerá esta ventana de nuestra historia, sino que será punto de partida para otros trabajos.
No cobré ninguna remuneración económica (tanto por el estudio especializado como por los viajes efectuados a bibliotecas, archivos e institutos de investigación nacionales y extranjeros) así como otros trabajos que he hecho, finalmente es una manera de retribuirle a mi cultura por toda esa generosidad que me ha otorgado y que me hace inmensamente rico, me dio estas calles ascendentes al sol, a tod@s mis amig@s que son una colmena de abejas de luz, y por supuesto un río luminoso que quiero como mi hermano mayor…