Nearshoring en México: Estados del Norte y Bajío Lideran Inversión

Ciudad de México, 4 de marzo de 2025 – El nearshoring está reconfigurando la economía mexicana, con el norte y el Bajío emergiendo como epicentros de una ola de inversión extranjera que promete crecimiento y empleo. Estados como Nuevo León, Chihuahua y Querétaro encabezan esta transformación, aprovechando su ubicación estratégica y fortaleza industrial para atraer empresas globales que buscan acercarse al mercado estadounidense.

El fenómeno del nearshoring, impulsado por tensiones geopolíticas y la necesidad de cadenas de suministro más resilientes, ha posicionado a México como un destino clave para la relocalización de empresas extranjeras. Según datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la inversión extranjera directa (IED) ligada a este proceso creció un 47% entre enero y septiembre de 2023, frente al mismo periodo de 2022. Regiones cercanas a la frontera norte y con infraestructura consolidada están cosechando los mayores beneficios.

Nuevo León se destaca como líder indiscutible. La llegada de Tesla, con una inversión proyectada de entre 5,000 y 10,000 millones de dólares, simboliza el potencial de este estado. Su combinación de conectividad, mano de obra calificada y un ecosistema industrial robusto lo convierten en imán para sectores como el automotriz y el electrónico. Banxico reporta que el 19.7% de las empresas encuestadas en la región norte percibieron un aumento en la demanda por el nearshoring en 2022, una tendencia que se mantiene al alza.

Chihuahua, otro estado fronterizo, también brilla en este panorama. En el primer semestre de 2024, captó 251.2 millones de dólares en nuevas inversiones, según la Secretaría de Economía, consolidándose como un polo atractivo para la manufactura de componentes electrónicos y autopartes. Su proximity a Estados Unidos y su infraestructura logística han sido clave para atraer capital asiático y estadounidense, diversificando las fuentes de IED en el país.

En el Bajío, Querétaro y Guanajuato están aprovechando su vocación industrial para sumarse a la fiebre del nearshoring. Querétaro, con un enfoque en la industria aeroespacial y automotriz, ha visto un incremento en la construcción de parques industriales, mientras que Guanajuato fortalece su posición como clúster de autopartes. Moody’s destacó en 2023 que esta región podría experimentar un aumento estructural en sus ingresos fiscales gracias a la llegada de estas inversiones.

Los sectores más fortalecidos por este fenómeno incluyen la manufactura, con énfasis en automóviles, electrónica y equipo eléctrico. Deloitte reporta que más de 100 proyectos de nearshoring, con una inversión estimada de 30,000 millones de dólares, se concentran en estas industrias, especialmente en el norte. Además, la Secretaría de Hacienda evalúa incentivos fiscales para sectores estratégicos como transporte y microprocesadores, lo que podría amplificar estos beneficios.

A pesar de los avances, el impacto no es uniforme. Estados como Oaxaca y Veracruz, con menor infraestructura, aún no logran capitalizar esta oportunidad, según el IMCO. Sin embargo, iniciativas como el Corredor Transístmico buscan integrar al sureste, con 10 nuevos parques industriales que podrían atraer inversión en el mediano plazo. Este contraste evidencia la necesidad de políticas públicas que equilibren el desarrollo regional.

El nearshoring no solo impulsa la economía, sino que también eleva el perfil internacional de México. En 2023, el país recibió un récord de 36,000 millones de dólares en IED, consolidándose como uno de los principales destinos entre las economías emergentes. Expertos de HSBC estiman que, de aprovecharse plenamente el T-MEC, México podría captar hasta 70,000 millones de dólares anuales, un potencial que depende de mejoras en energía y educación.

En conclusión, el norte y el Bajío lideran la carrera del nearshoring, transformando a México en un jugador clave de la reconfiguración global. Mientras Nuevo León, Chihuahua, Querétaro y Guanajuato se benefician hoy, el desafío está en extender estas ganancias al resto del país. Con una estrategia sólida, México podría no solo atraer inversión, sino consolidar un modelo de crecimiento sostenido para las próximas décadas.

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