El 25 de noviembre de 2020, el fútbol mundial perdió a uno de sus más grandes íconos, Diego Armando Maradona, y cuatro años después, Nápoles sigue rindiendo homenaje a la leyenda que transformó al club y a la ciudad. En un emotivo acto, el club Napoli conmemoró su cuarto aniversario luctuoso, recordando a «El Pelusa» como una de las figuras más relevantes en la historia deportiva, un ídolo indiscutido al que la ciudad sureña de Italia considera como una deidad.
El presidente del club, Aurelio De Laurentiis; el entrenador, Antonio Conte; y el capitán Giovanni Di Lorenzo, encabezaron una delegación especial que visitó los dos murales más emblemáticos de la ciudad dedicados a Maradona. La primera parada fue en los Quartieri Spagnoli (Barrios Españoles), el santuario más famoso de Nápoles, donde los aficionados y residentes lo recuerdan constantemente. La segunda parada fue en San Giovanni a Teduccio, hogar de otro mural icónico, donde los tres representantes del club dejaron ramos de flores, ofrecieron un momento de silencio y rindieron homenaje al máximo ídolo de la historia del club.
Maradona llegó a Nápoles en 1984 y, en su tiempo con el equipo, logró conquistar cinco títulos que quedarán grabados para siempre en la historia del club: la Copa Italia (1987), el primer Scudetto (campeonato de liga) del club (1987), la Copa de la UEFA (1989), el segundo Scudetto (1990) y la Supercopa de Italia (1990). Su influencia en la ciudad y su legado no solo se limitan a los logros deportivos, sino que Maradona dejó una huella profunda en la identidad de Nápoles, elevándolo a la cima del fútbol italiano y europeo.
A pesar de los años transcurridos desde su fallecimiento, la figura de Maradona sigue viva en el corazón de los napolitanos, quienes continúan celebrando su legado como un símbolo de lucha, pasión y orgullo.