¿Cómo recuperamos la unidad en momentos de ruptura?
“Nadie duerma” es una propuesta de movimiento y danza contemporánea para cinco intérpretes que bailarán al ritmo de un programa de piezas musicales para dos pianos y arias de ópera para tenor, que gira en torno a la búsqueda de la unidad, el equilibrio y explora la capacidad humana para sanar.
“La idea es generar un concierto que tenga un tono de sanación”, dice Patricia Marín, directora artística y coreógrafa de “Nadie duerma”. La artista menciona que el espectáculo está inspirado en ciertos elementos de danza butoh y danza kabuki, que parten de la premisa del vacío y de la muerte.
“El arte es una forma de sanar y este proyecto lo tenemos un poco desde el año antepasado y hablamos desde la sanación, cómo hemos ido recuperando espacios a partir de la pandemia y aunque no es una guerra per se, es una forma de recuperarse y el concierto tiene esa consigna.
“Hablar de lo que pasó, sobre la muerte, pero más allá de eso, sobre la vida. Y a través de la sensibilidad del artista estamos generando espacios de vacío para llenarlos justamente con la vibración de la música y del amor en un sentido muy onírico y muy metafórico”, explica Patricia Marín.
En el espectáculo se combinan diferentes disciplinas como son la danza contemporánea, el piano y la ópera que buscan reflejar y transmitir al espectador este anhelo del ser humano de encontrar el equilibrio y sanar sus heridas.
“A través del arte queremos generar un despertar, a eso se refiere un poco “Nadie duerma”, un despertar hacia otras formas de concebir el mundo a través del arte, a través de la música, a través de las artes plásticas y a través del mismo cuerpo”, expresa la coreógrafa.
“De darnos la oportunidad de poder generar vínculos a través del teatro y no dejar que se duerma esa parte tan importante de nosotros, que es la parte creativa, la parte sensible ante esta forma de vivir tan rápido”, asegura Patricia.
La parte musical incluye piezas clásicas para dos pianos -o piano a cuatro manos-como la “Danza macabra” de Camille Saint-Saëns y “Mi madre, la oca” de Maurice Ravel,así como varias arias para tenor de óperas como “Otello” de Guiseppe Verdi, “La valquiria” de Richard Wagner, o la famosa aria “Nessun dorma” -en español Que nadie duerma– de la ópera “Turandot” de Giacomo Puccini.
“El objetivo de la obra es la multidisciplina; la interacción entre disciplinas para lograr una estética común”, señala Rogelio Marín, quien participa como cantante de ópera y director musical. Rogelio menciona que aunque los lenguajes parezcan muy heterogéneos, siempre tienen puntos de convergencia en donde se pueden encontrar similitudes para homologar la estética, es decir, el movimiento con la ejecución pianística y que el piano no sea un acompañamiento, sino parte de la dualidad estética, por ejemplo.
El director musical también expresa que en Danza Visual han apostado desde hace algunos años por la multidisciplina: “es parte del objetivo de la compañía, buscar la integración de distintos lenguajes.
“La invitación es llamar la atención del público en general hacia esta nueva forma del lenguaje interdisciplinario, que integra distintos lenguajes, es mezclar pianistas clásicos y pedirles protagonismo junto a bailarines contemporáneos y crear líneas paralelas de interpretación nos dan resultados que son interesantes”, señala.
En “Nadie duerma”, Patricia Marín es la encargada de la dirección artística y de coreografía; Leonardo Beltrán de la dirección de escena y de coreografía; Alejandra Escobedo es la responsable del diseño de escenografía e iluminación; Eloise Kazan del diseño de vestuario; y Rogelio Marín es director musical y de diseño sonoro.
En taller y asesoría para elementos de danza butoh y caligrafía corporal está Sakiko Yoko; y como intérpretes están Espartaco Martínez, Itzhel Razo, Leonardo Beltrán, Tlatui Maza y Anivdelab Ponce de León. Como pianistas están Karina Peña y Jaime Pullés, y como tenor Rogelio Marín.
“Nadie duerma” es una producción de Alberto Robinson para AM producciones en colaboración artística con Danza Visual.
La obra presentará 20 funciones en el Teatro El Milagro del jueves 7 de septiembre al domingo 1 de octubre de 2023. Los boletos tienen un costo de $300 pesos con descuento de 50% para estudiantes, maestros e INAPAM y vecinos de la alcaldía Cuauhtémoc, y un costo de $100.00 los jueves y para estudiantes de artes escénicas. Boletos disponibles en taquilla y Boletópolis (elmialgro.boletopolis.com)