A lo largo de la historia del muralismo mexicano, las mujeres han enfrentado un camino cuesta arriba, desafiando prejuicios y abriendo espacios en una disciplina dominada por figuras masculinas. Sus obras, muchas veces catalogadas injustamente como “decorativas”, han sido relegadas a un segundo plano frente a las creaciones de sus colegas hombres, consideradas “manifestaciones políticas”.
Este contexto fue el eje del conversatorio Mujeres Muralistas, realizado en el Colegio de San Ildefonso el pasado 8 de febrero de 2025, en el marco de la exposición «Exiliadas de España. Artistas en México». El evento, en conmemoración de los 85 años del exilio republicano español, reunió a especialistas para reflexionar sobre la memoria histórica y la valiosa aportación de las mujeres artistas refugiadas en el país.
Mujeres que conquistaron los muros
La investigadora del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), Dina Comisarenco, el historiador del arte Mauricio Ramírez (FES Acatlán, UNAM) y la curadora Yunuén Sariego, abordaron las aportaciones y desafíos de artistas como Elvira Gascón y Manuela Ballester.
“Las conmemoraciones son útiles para potenciar la memoria, pero hay que construirla día a día. Recordamos la salida de España en 1939 por la Guerra Civil, pero también subrayamos la importancia de las mujeres artistas dentro de ese exilio”, destacó Ramírez.
El legado de Elvira Gascón fue un punto central del diálogo. Comisarenco recordó los prejuicios que la artista enfrentó: “¿Cómo es posible que una mujer se trepe al andamio?”, se preguntaban en su época. A pesar de los obstáculos, Gascón logró plasmar su talento en murales de templos y edificios públicos, como el de la iglesia de la Medalla Milagrosa.
Ramírez destacó que Gascón enfrentó un doble reto: “Las muralistas exiliadas debían competir no solo con sus compatriotas, sino también con los artistas mexicanos ya consolidados. Esto las llevó a enfocarse primero en el dibujo y la ilustración antes de conquistar los muros”.
Manuela Ballester: Arte y activismo
La trayectoria de Manuela Ballester también fue resaltada. Tras su exilio, trabajó junto a su esposo Josep Renau en proyectos de gran formato, como murales en el Hotel Mocambo de Veracruz. Sin embargo, su obra ha sido minimizada por la narrativa oficial del arte:
“La historiografía del arte ha relegado la labor de las mujeres, clasificando sus temáticas como menores frente a los discursos grandilocuentes del muralismo tradicional”, lamentó Comisarenco.
Arte, memoria y resistencia
La conversación dejó en claro que la historia del muralismo está incompleta sin el reconocimiento de las mujeres que convirtieron los muros en lienzos para la memoria, el arte y la resistencia.
La exposición Exiliadas de España. Artistas en México ofrece una mirada profunda sobre estas creadoras invisibilizadas y su legado. Estará abierta al público en el Colegio de San Ildefonso hasta el 27 de abril de 2025, invitando a la reflexión sobre la memoria y el arte desde una perspectiva renovada.